Esta fecha resalta las jornadas dedicadas a aumentar la conciencia sobre la necesidad de un manejo adecuado de los tratamientos anticoagulantes.
Por : Karoll Torres
Para: Redacción EL INFORMADOR
El 18 de noviembre es una fecha clave para visibilizar los desafíos que enfrentan los pacientes anticoagulados, quienes deben seguir un tratamiento riguroso para evitar complicaciones graves como coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares o ataques al corazón. La anticoagulación es esencial para pacientes con enfermedades cardíacas, problemas de circulación o que han sufrido eventos tromboembólicos previos. Sin embargo, su manejo no está exento de riesgos, ya que un control inadecuado puede llevar a efectos secundarios como hemorragias.
En este contexto, el Día Mundial de los Pacientes Anticoagulados tiene como objetivo sensibilizar tanto a los pacientes como a los profesionales de la salud sobre la importancia de una correcta adherencia al tratamiento. Los expertos señalan que, aunque los anticoagulantes modernos son más fáciles de manejar que sus predecesores, sigue siendo crucial un seguimiento médico regular y la educación constante sobre la correcta administración de estos fármacos.
Uno de los principales riesgos asociados al tratamiento anticoagulante es la falta de seguimiento, que puede generar complicaciones derivadas de fluctuaciones en los niveles de coagulación. “La clave está en mantener un control adecuado de la dosis y realizar chequeos periódicos para evitar cualquier tipo de efecto adverso, ya sea una hemorragia o un coágulo sanguíneo”, explica Doctor Salim Bernal, Médico internista en diálogo con EL INFORMADOR.
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El Día Mundial también pone de relieve la necesidad de un enfoque multidisciplinario en el tratamiento. Además de los médicos, los farmacéuticos y otros profesionales de la salud desempeñan un papel fundamental en la educación de los pacientes, explicándoles cómo tomar correctamente sus medicamentos, cómo identificar signos de alarma y cómo gestionar posibles interacciones con otros fármacos o alimentos.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, el seguimiento continuo y la atención personalizada pueden marcar una gran diferencia en la vida de los pacientes anticoagulados. En este sentido, los avances tecnológicos también han permitido el desarrollo de aplicaciones móviles y dispositivos de monitoreo que ayudan a los pacientes a llevar un control más preciso y en tiempo real de su tratamiento.
Con la celebración de este día, se busca además fomentar el apoyo emocional, ya que el tratamiento anticoagulante puede ser complejo y generar ansiedad entre los pacientes. “El miedo a las complicaciones, como una hemorragia interna, es una preocupación común entre quienes toman anticoagulantes. Por ello, contar con el respaldo adecuado es clave para mejorar la calidad de vida de estas personas”, añadió Bernal.
Este Día Mundial también invita a reflexionar sobre la importancia de un diagnóstico temprano y el acceso equitativo a tratamientos de calidad. En muchos países, los pacientes anticoagulados enfrentan barreras económicas y logísticas que dificultan el acceso a los cuidados que necesitan. Las organizaciones internacionales abogan por políticas públicas que garanticen un acceso adecuado y seguro a los medicamentos anticoagulantes.
En resumen, el Día Mundial de los Pacientes Anticoagulados es una fecha para recordar la importancia de un manejo adecuado y personalizado de estos tratamientos, así como la necesidad de continuar avanzando en la investigación y el apoyo a los pacientes para reducir los riesgos asociados y mejorar su calidad de vida.
Diagnóstico y tratamiento de pacientes anticoagulados
En el diagnóstico de pacientes con problemas de coagulación se realiza un análisis de sangre para medir el tiempo de coagulación sanguíneo, así como una resonancia magnética y una flebología, a fin de identificar la ubicación del coágulo o coágulos de sangre en el organismo.
Los tratamientos recomendados para pacientes anticoagulados son los siguientes, aplicables de acuerdo a cada caso:
- Anticoagulantes: vía intramuscular (heparina, fondaparinux) o por vía oral (warfarina, dabigatran, sintrom).
- Medicamentos trombolíticos: para la eliminación y disolución de los coágulos, indicado en casos con un riesgo mayor de hemorragia.
- Embolectomía: cirugía para eliminar los coágulos que generan bloqueos en los pulmones, en pacientes diagnosticados con embolia pulmonar.
- Trombosectomía: intervención quirúrgica para la extracción de coágulos, en pacientes que han sido diagnosticados con trombosis venosa profunda.
- Filtro de la vena cava inferior: mediante la inserción de un filtro dentro de la vena que devuelve la sangre al corazón, para contener los coágulos que se están desplazando.