Hoy Colombia celebra a los recreadores, profesionales que, con creatividad y empatía, transforman eventos cotidianos en recuerdos inolvidables.
El Día Nacional del Recreador, celebrado cada 12 de agosto en Colombia, es una ocasión especial para reconocer el valioso trabajo de aquellos que, a través de la recreación, dirigen la dinámica del evento en el que se encuentran.
Un recreador es un profesional apasionado por fomentar la alegría y la interacción en distintos contextos. Su trabajo puede abarcar una amplia gama de eventos, desde actividades deportivas y conciertos hasta celebraciones privadas como bodas y cumpleaños. La esencia de su labor radica en su capacidad para crear momentos memorables y estimulantes para personas de todas las edades, contribuyendo así a la interacción y desenvolvimiento de las personas o invitados.
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Costo y beneficios de contratar un recreador
Contratar un recreador para un evento puede variar en costos, dependiendo de la experiencia del profesional, la duración del evento y las necesidades específicas del mismo. Sin embargo, el valor que un buen recreador aporta a cualquier celebración es incalculable. Su capacidad para transformar una reunión ordinaria en una experiencia extraordinaria hace que su participación sea altamente apreciada.
“En estos últimos meses del año suele haber más trabajo que en otras épocas” dijo Pedro Puertas a El Informador.
EL DATO: En Santa Marta el costo de un recreador
para la animación de una boda o cumpleaños
oscila entre los $450.000 y los $600.000,
dependiendo la duración del evento.
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Los recreadores no solo se encargan de entretener, sino que también son responsables de generar un ambiente positivo y memorable para todos los asistentes. Su trabajo es fundamental para asegurar que los eventos no solo sean exitosos, sino también significativos y agradables para todos los involucrados.
Pedro Puertas y Miguel Ángel Juvinao: Referentes en Santa Marta
En Santa Marta, Pedro Puertas, conocido por su marca “Coco animador”, se ha consolidado como uno de los recreadores más destacados. Con más de siete años de experiencia, Pedro ha ‘dejado una huella’ en prestigiosos hoteles como el Irotama y el Zuana Beach Resort, así como en los clubes de suboficiales y oficiales, Los Trupillos y San Fernando. Su habilidad para adaptarse a distintos tipos de público y eventos lo ha convertido en un referente para los organizadores de bodas y celebraciones en la ciudad.
“La clave está en adaptarse a cada público. No es lo mismo animar una boda que un evento deportivo. La creatividad y la empatía son fundamentales para conectar con la gente”, explica Pedro a EL INFORMADOR. Para él, el trabajo de un recreador va más allá de la simple animación; se trata de crear un ambiente en el que las personas se sientan cómodas, felices y dispuestas a participar activamente en la celebración.
Pedro destaca que su especialidad es “la hora loca”, un momento de desinhibición total en el que todos los asistentes se divierten al máximo. “Ver esas sonrisas y risas sinceras es mi mayor recompensa”, afirma con orgullo. Su pasión por su trabajo y su dedicación han hecho de Pedro un nombre conocido en el ámbito de la recreación en Santa Marta.
Miguel Ángel Juvinao, otro de los destacados recreadores de la capital del Magdalena, mencionó a EL INFORMADOR que la profesión del animador es algo con lo que se nace.
“Esto hay que quererlo y estar seguro que es a lo que nos vamos a dedicar. Cualquiera puede coger un micrófono, decir “hola, que tal, bienvenidos…” Pero no cualquiera vive 10 años de hacer recreación y animación, menos en una ciudad tan pequeña como Santa Marta. Gracias a Dios vivo de esto y no lo siento como un trabajo. Con mi trabajo he podido hacer relaciones y conocer todo tipo de personajes, así que eso también es algo que al final uno se lleva” dijo Juvinao a EL INFORMADOR.
