Bolívar y Magdalena son los departamentos más afectados por minas antipersonas en la región Caribe

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La principal actividad que hay respecto a minas antipersonas o artefactos explosivos improvisados está concentrada en el sur de Bolívar y el norte del departamento del Magdalena.

Por: Oscar Mendinueta
Redacción EL INFORMADOR


Para entender el nivel de las afectaciones que conllevan el uso de artefactos explosivos improvisados en la región, a propósito del Día Internacional de la Sensibilización contra las minas antipersonal, se debe tener en cuenta el área donde se desarrollan los portafolios de economía ilícita, ya que de esto depende la operatividad selectiva en determinados sectores de la región.

Así lo explica el asesor e investigador del departamento de apoyo a la transición de la seccional Primera División del Ejército Nacional, Juan Camilo Guerrero, quien en dialogo con EL INFORMADOR, mencionó que actualmente en el área de operaciones de la Primera División que comprende La Guajira, Cesar, Magdalena, Atlántico y Sur de Bolívar, la principal actividad sobre estos explosivos ilegales se concentra al Sur de Bolívar y el Norte del Magdalena.

“La principal actividad que hay respecto a las minas antipersonal y los artefactos explosivos improvisados están concentrados en el Sur de Bolívar y al Norte del Magdalena. Aquí ha existido en el último año actividad de esta acción, así como al Sur de La Guajira y el Norte del Cesar”, explica Juan Camilo.

Actividad en Magdalena

En lo que respecta al departamento del Magdalena, la actividad que se ha registrado viene de los sectores en disputa en la Sierra Nevada de Santa Marta. “Por la Sierra Nevada pasa un corredor de movilidad que es lo que se disputan hoy día lo que se conocen como los ‘nuevos grupos’ entre la antigua generación y la nueva; principalmente el ELN y el Clan del Golfo”, sostiene Guerrero.

En este sentido, mencionó que las principales zonas afectadas por este flagelo son los sectores de Buritica, Palomino en lo que respecta a las inmediaciones de la Sierra Nevada, mientras que, en La Guajira, las regiones afectadas son principalmente los municipios de Dibulla, San Juan del Cesar, Fonseca y Barrancas.

Juan Camilo Guerrero, asesor e investigador del departamento de apoyo a la transición de la seccional Primera División del Ejército Nacional.

Sur de Bolívar, la más afectada

Según el asesor e investigador del departamento de apoyo a la transición, la zona más afectada por la incidencia de minas antipersonal y artefactos explosivos improvisados en la región Caribe se concentra en el Sur de Bolívar, teniendo en cuenta que es una zona en la que predomina el comercio ilícito.

“En el Sur de Bolívar es donde mayor actividad hay debido a la minería ilegal, extracción de oro, narcotráfico, corredores de movilidad de grupos armados que buscan sacar droga por el Norte de Antioquia hacía el Sur de Bolívar y conectar con la Sierra Nevada a través del departamento del Cesar” afirmó Juan Camilo Guerrero.

En este sentido, explicó que “eso es un corredor de movilidad, lo que buscan es empezar a minar ciertas zonas donde hace presencia la Fuerza Pública para proteger esa zona. En el Sur de Bolívar corresponde todo lo que es la Serranía de San Lucas, este sector es muy apetecido por los grupos armados, por ende, la utilización de estos artefactos va a ser mayor”.


Hechos más recientes

Teniendo en cuenta la información suministrada por el asesor e investigador del departamento de apoyo a la transición de la seccional Primera División del Ejército Nacional, en la región Caribe se han presentado 2 casos de afectaciones por explosivos improvisados durante el año 2021, ambos registrados en el área de Monte Cristo, al Sur de Bolívar.

Del mismo modo, para el año 2020 se registraron 3 acciones en el que resultaron heridos miembros de la Fuerza Pública; “uno fue por campo minado y dos por artefactos explosivos improvisados en el municipio de Arenal, Sur de Bolívar”, aclara Juan Camilo Guerrero.

En la misma línea, durante el año 2019 se presentaron 9 eventos en los que también resultaron afectados miembros de la Fuerza Pública de la Primera División que realizaban tareas de erradicación de cultivos ilícitos. “Ellos fueron atacados por granadas, artefactos explosivos improvisados y minas antipersonal”, informó Guerrero y explicó además que “ellos utilizan estas minas antipersonal en los cultivos ilícitos ya no únicamente en la parte superficial, es decir, a 50 centímetros del suelo para que el soldado lo pise por presión sino que están utilizando una modalidad nueva que consiste en amarrar el detonador en las raíces de la mata de coca y al momento del soldado confiarse de que no hay nada y halan la mata, se activan los campos minados que están alrededor de ellos”.

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Igualmente, explicó que otras de las modalidades que estarían aplicando sería dejar los explosivos a una altura de unos 50 centímetros más o menos y al tocar alguna parte del árbol, generan la afectación sobre la parte superior del cuerpo de la víctima.

Guerrero expresó que actualmente el principal grupo armado que está haciendo empleo de estos artefactos explosivos es el ELN, tanto en el Sur de Bolívar como en la Sierra Nevada de Santa Marta, el departamento del Cesar y el Sur de La Guajira. Quienes le siguen son las extintas FARC en el Sur de Bolívar.


¿Para qué utilizan minas antipersona?

 Con base en lo establecido por el asesor e investigador del departamento de apoyo a la transición de la seccional Primera División del Ejército Nacional, Juan Camilo Guerrero, las minas antipersona no son empleadas necesariamente para asesinar a la víctima, sino más bien para generar una afectación que debilite a toda la tropa por medio de una sola víctima.

“Ellos no utilizan estos elementos para asesinar a la persona, el punto clave de ellos es crear una afectación sobre la tropa incapacitando a la persona y generar una afectación no sólo física sino psicológicamente y es ahí donde empiezan a generar una infracción al derecho internacional humanitario porque ellos no utilizan medios convencionales. No buscar asesinar porque si una persona fallece lastimosamente queda ahí, pero si queda herida, genera desgaste económico en la tropa y afectaciones psicológicas”, explica Juan Camilo Guerrero.

Por otra parte, Guerrero estableció que en el caso de la población civil el porcentaje es aproximadamente de 60/40 % dependiendo de la zona, quienes se ven afectados principalmente porque transitan por donde está la tropa.



Casos en cifras a nivel Nacional

A nivel nacional, 1.698 soldados han muerto a causa de estos artefactos entre el año 2003 y marzo del 2022, según el Centro Nacional Contra Artefactos Explosivos y Minas del Ejército Nacional (CENAM). En lo corrido de este año, ya son 8 los militares asesinados y 56 los que han resultado heridos.

El flagelo de las minas antipersonal y munición sin explotar ha dejado cicatrices imborrables en la vida de cientos de colombianos y sus familias; de acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, entre enero del año 1990 y enero del año 2022 se han registrado 12.152 víctimas de estos artefactos, que su uso infringe el Derecho Internacional Humanitario y viola los Derechos Humanos.

Según la entidad, de esta lamentable estadística, 7.286 de los lesionados o fallecidos son miembros de la Fuerza Pública y 4.866 hacen parte de la población civil, de ellas, 11.545 son víctimas por minas antipersonal.

Por su parte, CENAM indica que, 7.988 han sido soldados víctimas de artefactos explosivos improvisados, minas antipersonales, armas trampa y medios de lanzamiento, entre otros dispositivos de daño y destrucción de fabricación manual, siendo el periodo comprendido entre el año 2003 y el año 2022.

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EL DATO

Entre el año 2003 y año 2022, el Ejército Nacional ha neutralizado 285.192 artefactos explosivos en el País, de los cuales 3.496 han sido en lo corrido de este año.

Relato de una víctima

Una víctima de estos artefactos explosivos improvisados como lo son las minas antipersonas es Dagoberto Enrique Mata Daza, exmilitar de la Fuerza Pública adscrito al Ejercito Nacional, quien en el año 2007 fue víctima de una mina antipersonal que le amputó el pie derecho cuando hacia parte de la Brigada Móvil No. 15, la cual operaba en el departamento de Norte de Santander.

Dagoberto Enrique Mata Daza. Foto: Emanuel Molano

EL INFORMADOR tuvo la oportunidad de dialogar en exclusiva con Dagoberto Mata, quien le contó a esta casa periodística su experiencia como víctima de una mina antipersonal, en el marco del Día Internacional de la Sensibilización contra las minas antipersonal y expresó que este hecho ha sido de las pruebas más duras que ha tocado vivir en la vida.

“Este hecho ha sido de los más duros de mi vida, no sólo por el hecho de la amputación de mi pie, sino por el impacto social y familiar el uso de estos medios y métodos de guerra prohibidos como son las minas. Mi familia se vio muy afectada”, comentó Dagoberto.



Actualmente, Dagoberto, quien es natural de Bosconia, Cesar, cuenta con una prótesis y vive una vida normal, estudió luego de su rehabilitación y hoy en día es comunicador social y periodista egresado de la Universidad Sergio Arboleda. Está radicado en Santa Marta; sin embargo, hoy en día trabaja en Bogotá.

Mata Daza es la prueba fehaciente de que las personas se pueden superar y no dejar vencer por las pruebas que pone la vida. A pesar de haber perdido una parte de su cuerpo, Dagoberto nunca perdió la esperanza de reincorporarse a la sociedad y restablecer sus relaciones interpersonales tanto familiares como sociales y laborales.

“Pensé que las mujeres no me iban a voltear a ver y que iba a quedar en una condición de discapacidad que ya no serviría para más nada, pero todo depende de la actitud. Creo que los soldados y los colombianos tenemos la valentía de salir adelante ante cualquier adversidad”, estableció Dagoberto.

Asimismo, comentó que este proceso fue más duro para sus seres queridos que para él mismo. “Este proceso fue muy duro para mi mamá, creo que ella y mi hermana fueron las que más sufrieron en este proceso. Cuando mi mamá ingresó a la clínica donde yo estaba, ingresó llorando”, expresó.

En cuanto a lo laboral, Dagoberto afirma que “la vida le da a uno estos golpes para ver de qué está hecho. Al principio hubo un momento bastante fuerte y económico al salir de la universidad porque no encontraba trabajo, pero todo fue cambiando con el tiempo”.

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Dagoberto Mata asegura que “es una situación que hay que saber sobre llevar”. Además de comunicador social y periodista, Mata es autor de libros de superación personal que narran la vida de víctimas de minas antipersonas, tales como ‘Sí hay vida después de la guerra’ y ‘Catarsis: el valor de transcender’.

Hoy en día Dagoberto no se arrepiente de ser soldado a pesar de haber vivido una situación como esta que le trajo consecuencias permanentes. “Si volviera a nacer, volvería a ser soldado, aunque me amputen la pierna nuevamente”, concluyó.

Día Internacional contra las minas antipersonal

La conmemoración del día Internacional contra las minas antipersonal se estableció en diciembre del año 2005 por la entonces asamblea general de las Naciones Unidas y tendría como objetivo sensibilizar al mundo sobre la problemática del uso indiscriminado de artefactos explosivos y minas antipersonales como método de guerra de nula capacidad de distinción.




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Autor: Oscar Mendinueta