Desde 1965, durante la presidencia de Guillermo León Valencia, en Colombia fue establecida la conmemoración del Día del Campesino como una oportunidad para reconocer y exaltar las importantes labores de esta parte de la población en el país, además de darle paso a los diálogos sobre la relevancia que representan en el contexto histórico nacional.
Son ellos los que tienen una historia marcada por el surgimiento del conflicto armado interno, un capítulo de violencia que, al día de hoy, continúa generando desplazamientos forzados, afectando así la dinámica social que durante años han estado formando.
Los campesinos también son los principales actores de la producción agrícola, determinada por su localización en las regiones camperas que les ha permitido hacerse un sitio determinante en economía nacional.
De acuerdo con el Ministerio de Cultura, los campesinos son los grandes poseedores de la memoria histórica colombiana, entre las cuales se puede identificar la variedad cultura que tiene lugar en el territorio, al ser los sectores rurales el escenario en el que “convergen la población indígena, los y las afrodescendientes, y todas las otras poblaciones que conforman nuestro país, en términos generales”, siendo este también un motivo para solemnizar multiculturalidad.