Crónica de la COP16: Ciudades jardín

Medio Ambiente
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Por: Alma Clara García

Directora

Corporación Samarios Sí Podemos

Nacieron en el siglo XIX bajo el auge del cooperativismo en el mundo como una forma de congregar comunidades auto-funcionales, pero no tuvieron mucho éxito por la segregación socioespacial que privilegia lugares distintos para las personas, por causas como desigualdad social, cultural o económica.

Posteriormente, ya en la primera mitad del siglo XX las comunidades se congregaron en conjuntos residenciales abiertos en la periferia de las ciudades, que con el tiempo se encerraron por seguridad al menos en Colombia, convirtiéndose en mini-fortalezas habitadas homogéneamente.

Este tipo de conjuntos no regeneran el ecosistema, por el contrario asfixian las especies animales y vegetales ya sea porque se plantan especies que no pertenecen al medio o se planta solo una especie que hace que la fauna se vuelva endogámica, dado que no tienen contacto con animales de otros lugares.

La propuesta de los expositores para cambiar esta situación, es la creación de redes comunitarias pertenecientes a diferentes conjuntos o barrios vecinos, organizadas para conectar, comunicar y mejorar la calidad de vida de los partícipes, por ejemplo restaurando entre todos la vegetación endémica de la zona y creando puentes biológicos para el movimiento de especies animales terrestres y construir reservorios comunes de agua.

Experiencia en Educación Ambiental y Gestión Urbana. Aviturismo. Esta charla fue dirigida por dos profesores de la Universidad del Valle, quienes destacaron dos proyectos de aviturismo en el país, en el Parque del río La Negra en el municipio de Útica y otro en Villeta, ambos en el Departamento de Cundinamarca.

Los proyectos se han desarrollado a pocos kilómetros de las cabeceras municipales, donde el ecosistema predominante es de bosque seco tropical, construyendo senderos donde el paisaje es sonoro y con la ayuda de los guías se aprende a escuchar y distinguir los trinos de diferentes clases de aves como la Tángara Picoplata, el Pepitero Listado, el Fiofío Selvático y el mosquerito imberbe que habitan los lugares.

Los profesores manifestaron que en Colombia hay más de 1941 especies de aves y que están protegidas con algunas restricciones normativas las 18 que están en peligro de extinción, pero al mismo tiempo se desatienden las demás especies dentro de ellas las 131 especies amenazadas, que serán en el futuro las que se extinguirán si no se controla su comercio. También señalan que en muchas regiones del país se ha extendido la costumbre de ofrecer avistamiento de aves, especialmente de colibrís, induciéndolos a acercarse a determinados lugares con puestos de alimento y azúcar y de esta forma condicionándolos a alejarse de los lugares naturales donde habitan, para que los turistas las vean y tomen fotos.

En cuanto a la biodiversidad urbana, destacaron una investigación de la Universidad Javeriana de Bogotá, sobre la afectación que han sufrido los copetones por la construcción, ya que solamente se encuentran en muy pocos parques de la ciudad y se lamentaron de que en el mundo solo existen 61 publicaciones sobre biodiversidad urbana y en Colombia, solamente una del Instituto Humboldt.

Siguiendo con las aves, existe una organización infantil y juvenil en Risaralda denominada Guardianes de las Aves que desde hace 7 años capacita en su cuidado, en el conocimiento de sus trinos y en el respeto por su hábitat, con el fin de que sean los jóvenes mismos, quienes motiven a los más pequeños para que se unan a la organización. Esta charla estuvo a cargo de un muchacho de 14 años, quien sugirió algunas prácticas para proteger las aves como espichar los envases plásticos; poner vinilos en los ventanales de vidrio para que no choquen y mueran; dejar de utilizar bombas o globos de latex o de caucho para cumpleaños; no usar agroquímicos ni pólvora, ya que ésta las aturde hasta la muerte, en la medida en que las aves escuchan 3 veces más que el oído humano.   

Programa Global Young Gamechangers Iniciative. Es una iniciativa que se lleva a cabo en la ciudad de Armenia, en la que los jóvenes seleccionados buscan a través del empoderamiento digital, su formación como individuos con actitud cívica a nivel digital, tanto para ser críticos con la tecnología como a su vez, conscientes de lo que significa tener una identidad en la red. (1 foto)

El programa busca la construcción de espacios públicos inclusivos para los jóvenes en ciudades intermedias y para ello, el grupo se dividió en varias cuadrillas que visitaron los 140 espacios públicos existentes en la ciudad y a través de un toolbox que es un recurso digital lúdico y didáctico que sirve para modelar estructuras, han diseñado los espacios que quieren transformar en la ciudad. Buscan adquirir con el programa una especie de gobernanza juvenil que los convierta en tomadores de decisiones en su ciudad. En la práctica y para que el proyecto traspase la realidad virtual, hicieron entrega de sus propuestas de espacio público con seguridad y fácil acceso, al Concejo Municipal de Armenia, sin tener una respuesta a la fecha. Es muy importante tener en cuenta aunque sea una verdad de perogrullo, que los espacios públicos son lugares de socialización necesarios para que los individuos no se encierren permanentemente en sus propios mundos y en ese sentido, aportan a la salud colectiva.

Octubre 26. Más allá de la sostenibilidad en el turismo. En esta charla donde participaron 3 comentaristas, se habló de la necesidad de que existan nuevos indicadores para la medición del turismo en Latinoamérica, ante la pérdida del 28% de la fauna en una región que tiene más del 50% de la biodiversidad mundial. La idea que subyace al turismo sostenible es que el turista no dañe el medio y al turismo regenerativo, es que el lugar quede mejor que cuando se visite. Parte de los nuevos indicadores propuestos, deben considerar la repartición de ingresos hacia las comunidades.

La Asociación de Turismo Responsable-Acotur reúne 230 empresarios, que trabajan en proyectos de conservación y de turismo regenerativo integrando a las comunidades, bajo la consideración de que en Colombia, el 75% de los destinos tienen riqueza cultural.  Actualmente se trabaja en Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial en 170 municipios PDET[1], cuyo objetivo es impactar los territorios más afectados por la violencia, la pobreza, las economías ilícitas y la debilidad institucional, para así mejorar la gobernanza y la planificación en los territorios.

Se indicó que la Organización Internacional del Turismo- ISTO, propende por las buenas prácticas, que desafortunadamente no se aplicaron en Acapulco, la llamada “Perla del Pacífico” y es una de las razones de su destrucción. Esperemos que la otra “Perla de América” que es Santa Marta las adopte poco a poco, para pasar del turismo de consumo al turismo responsable.

Una representante de la organización internacional denominada U.S. Green Building Council[2], explicó que la USGBC tiene por objeto acelerar y escalar la transformación de la construcción, para minimizar los impactos del clima y ayudar al bienestar de la gente, del medio ambiente y de las comunidades.  De hecho, la USGBC otorga la certificación LEED que es un sistema de calificación internacional que evalúa el comportamiento medioambiental de una construcción y otorga una certificación dorada, plateada o platino de acuerdo con el nivel de adecuación al medio ambiente que tenga.

El Consejo promueve los hoteles sostenibles y en la exposición se mostraron algunos en diferentes partes del mundo que cuentan con ventilación natural, paneles solares, vegetación vertical interna y externa y huertas en las azoteas. Dentro de los hoteles certificados hay 300 Marriotts en más de 65 países, por lo que pude entablar una queja ante la representante de USGBC contra el Hotel Marriott Playa Dormida situado en Santa Marta y construido al lado de un relicto de manglar, al cual vierte aguas contaminadas con detergentes mediante un tubo dispuesto para ello. De lo anterior pueden dar fe, el Dadsa, los vendedores ambulantes del lugar, así como estudiantes de la Universidad del Magdalena partícipes de un proyecto de investigación, quienes tomaron muestras del agua y están a punto de presentar los resultados del análisis y el Essmar que envió a un funcionario en días pasados, a hacer una inspección ocular solicitada por Samarios Sí Podemos.   

Economías de la biodiversidad: de una economía lineal a una circular. La charla estuvo dirigida por un representante de Ekored que es una filial de Enka dedicada al reciclaje de botellas PET para el abastecimiento de la empresa y de otras industrias, con el fin de que sean transformadas en nuevos productos cumpliendo el objetivo de economía circular. Se dijo que este tipo de reciclaje reduce en 72% las emisiones de CO2.

Explicaron que el 31% de la basura se puede reciclar indefinidamente; que el 29% de la basura ordinaria no es reciclable en este momento y que el 40% que es basura orgánica, puede circularse como abono para la tierra. Afirmaron que en Colombia es muy deficiente el sistema de relleno sanitario, pues incluye gran variedad de residuos sólidos que carecen de manejo, pues los planes de gestión integral de esos residuos, los PGIRS a cargo de las Alcaldías de las localidades o son deficientes o no existen, estimulando la economía lineal y desconociendo la circular. Se propone la implementación de los PGIRS en todos los municipios y regiones de Colombia; la creación de plantas de clasificación de residuos y la inversión en tecnología y logística.

A la charla asistió una representante de las mujeres piangüeras quienes además de recolectar el molusco, han recogido 128 toneladas de basura ellas mismas, sin apoyo del gobierno pero si del sector privado. Las piangüeras reciclan y venden el producto a Enka. Hoy día cuentan con varios carro-motos y 11 canoas de fibra de vidrio, para realizar su labor. Dicen que cuando empezaron a hacer reciclaje, en el pueblo las tildaban de locas, pero que ahora cada vez más jóvenes se unen a ellas.