Estos locales comerciales son un predominante para la economía del país y son considerados establecimientos comerciales que no hacen parte de cadenas o franquicias.
Actualmente el alza de precios en los productos de la canasta familiar ha generado choques en diversos establecimientos comerciales, poniendo en una posición intermedia a las tiendas de barrios, según datos revelados por la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, en el territorio colombiano existen aproximadamente 500.000 tiendas de barrios, pero sobre esta cifra no hay consenso porque muchas no están legalizadas. Por lo menos la mitad de estos pequeños comerciantes son mujeres, que en su mayoría son madres cabeza de hogar y tienen una edad promedio de 42 años. El 57% de ellas atiende a los estratos 1, 2 y 3. Además, el 20% de las tiendas, tienen más de 20 años de antigüedad.
Los tenderos hacen parte del eje que fortalece el desarrollo económico en las comunidades, es por eso que representan ese centro de abastecimiento y comercio que va en aumento.
En un estudio revelado por Fernando González, Gerente de Innovación y Relaciones Comerciales de Solutions Grup, afirma que la tienda de barrio puede llegar a representar entre el 60 y el 80% de la facturación económica y que estas influyen positivamente al sector socioeconómico del país.
¿Cuál es el encanto de las tiendas de barrio?
Las grandes cadenas de supermercados, no han podido reemplazar y desaparecer a las tiendas de barrios, las cuales hasta la fecha siguen siendo las preferidas por los consumidores.
Gracias a la experiencia humana que se crea en las tiendas de barrios, los grandes establecimientos no tienen el mismo crecimiento y acercamiento entre Tendero y consumidor.
Esta afirmación, sustenta la influencia de las tiendas de barrios en la economía local en Colombia debido a ser el principal canal de distribución para las personas, brindando así la misma variedad de productos que en un supermercado, pero la diferencia es que brindan mejor accesibilidad, brindando así la oportunidad a los consumidores si no tienen para cancelar sus productos inmediatamente abrir un crédito o que les 'fíen' como coloquialmente se le llama.
Por su parte, para que las tiendas de barrios desaparezcan, se tendría que cambiar la estructura de las relaciones económicas y sociales en el país.
En Santa Marta
Fernando Arciniegas, tendero de la ciudad de Santa Marta aseguró que el Gobierno no les aporta nada a las personas que se dedican a esta labor.
“Nosotros los tenderos aportamos casi que un 30% a la economía del país, ya que alrededor de esta hay más veinte mil tiendas, en las cuales nosotros reportamos mensualmente a la Dian ingresos y egresos" manifestó Arciniegas.
De igual manera, expresó “En la pandemia a ningún tendero ayudaron, yo vi que sacaron una propaganda, diciendo que vamos a darle mercado a dos millones de tenderos, pero ¿Dónde están?, no tienen fuerza, más de un tendero en la pandemia quebró y nadie nos ayudó”.
Manifestó su inconformidad sobre la cadena de Justo y Bueno ya que el estado los ayudará creando una cooperativa porque recientemente quebró. Para finalizar, “Un tendero quiebra y nadie lo ayuda, ahí es donde está el detalle”.
