¿Cuál es la flor que representa a Santa Marta?

Flor de trébol.

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Son varios los ejemplares florales que pueden crecer en la ciudad debido a las condiciones de su suelo y a las facilidades que brinda el clima. Sin embargo, muy poco se habla de una especie representativa que recoja en sí las características de Santa Marta y pueda ser mostrada como la flor típica de los samarios.

Por Adriana Cuao Guillen
Redacción EL INFORMADOR

A lo largo de los años, Santa Marta ha sido el territorio predilecto para cientos de ejemplares de flora y fauna que se han convertido en elementos característicos del paisaje diario, ya sea mientras se recorren las calles y se vislumbran los coloridos árboles que con sus flores le ponen color al gris del cemento en cada camino, o en los senderos naturales que levantan imponentes en muchos de los rincones naturales localizados dentro del territorio. 
                                                                                                           
Por el beneficio de ser una ciudad ubicada entre el Mar Caribe y la Sierra Nevada, se da la oportunidad de ver florecer distintos elementos tanto en sus bosques secos tropicales, como los húmedos y las montañas que albergan miles de posibilidades para el nacimiento de distintas clases de flores y árboles que logran mantenerse en medio del clima estable que ofrece la capital del Magdalena.
No obstante, en los registros históricos muy poco se habla de una flor típica en Santa Marta, es por eso que en esta ocasión, para conmemorar sus 495 años de fundación, EL INFORMADOR consultó a un par de expertos en el tema que dieron su opinión en torno a cuál podrían catalogar como la especie floral más importante de la ciudad.
Heliconia Wagneriana.
Heliconia Wagneriana.

De acuerdo con el punto de vista de Willinton Barranco Pérez, director del Programa de Biología de la Universidad del Magdalena y quien actualmente cursa un doctorado en Ecología de Bosques, antes de hablar de una flor típica se debe tener en cuenta que son los árboles los que contienen los componentes propios para el nacimiento de la misma.

“Para mí, se debe tener presente el futuro de la ciudad, en cuanto a la deforestación y la ruta que debe tomar Santa Marta para contrarrestarla. Tenemos que permanecer pensando en las acciones venideras, las más viables según las condiciones geográficas y ambientales, además de la estética, dado que también es un aspecto importante”, explicó, añadiendo que su respuesta está basada, principalmente, en la experiencia que ha adquirido a lo largo de sus trabajos con plantas, entre los que destaca su participación en la estructuración del Jardín Botánico de la Quinta de San Pedro y de Riohacha en La Guajira.

En su concepto y el del profesor Eduino Carbonó, director del Herbario de la universidad, el árbol que cumple los requisitos para ser considerado el más distintivo en este territorio es el Trébol, del cual crece una pequeña flor amarilla que, con frecuencia, adorna las vías principales de Santa Marta.

“Este es un árbol que se adapta fácilmente a las condiciones geográficas, a la sequedad y a la poca disponibilidad de agua; así mismo, por lo general, florece casi automáticamente luego de las lluvias y se fortifica bajo condiciones de humedad, motivos que lo convierten en una especie muy favorable para la región, sobre todo porque logra crecer con poca agua”, manifestó.
En una encuesta realizada por EL INFORMADOR, la flor de trébol fue seleccionada como la más representativa de Santa Marta.
En una encuesta realizada por EL INFORMADOR, la flor de trébol fue seleccionada como la más representativa de Santa Marta.

El Trébol, alcanza a crecer hasta 35 metros de alto, tiene una esperanza de vida superior a los 60 años y tiene facilidades de desarrollo tanto en zonas húmedas como secas, por tal motivo facilitaría la misión de reforestar los bosques de la ciudad, tal como lo sugiere el profesor Barranco.

“Para mí sería, no sólo un árbol y una flor insignia, sino el que se debe tener en cuenta para repoblar porque es característico de este ecosistema y engalana todo, es una planta muy bonita cuando está florecida”, sostuvo.

Por otro lado, la señora Marina Anzola Velasco, miembro del Club de Jardinería de Santa Marta y juez del National Garden Club, explicó que, desde su trabajo en la botánica dentro del territorio que comprende a la capital del Magdalena y su práctica en torno al cuidado y crecimiento de las flores, la Heliconia Wagneriana es la representación más acertada de la ciudad.

Esta flor tiene sus orígenes en las poblaciones con climas calurosos de América Central y los países del Caribe. Su crecimiento registra un máximo de 2.5 metros de altura y suele presentarse en rosado, rojo o anaranjado. En general presenta una apariencia erecta y mantiene sus colores vivos.

“Luego de un análisis con varias jardineras, llegamos a la conclusión de que esta podría ser la más típica de Santa Marta. Ella pertenece a un grupo conocido como ‘exóticas’. Su cultivo y crecimiento se extiende, principalmente, por la Sierra Nevada, la Zona y dentro de la misma ciudad, en donde encontramos casas que la tienen sembrada en sus jardines”, expresó a este medio la señora Anzola.
El árbol de trébol alcanza a vivir hasta 60 años y facilita la reforestación por sus habilidades para crecer tanto en àreas secas como hùmedas.
El árbol de trébol alcanza a vivir hasta 60 años y facilita la reforestación por sus habilidades para crecer tanto en àreas secas como hùmedas.
Así mismo, los lectores de El Informador también dieron sus opiniones de manera virtual, a través de una encuesta en la que se expusieron las dos especies florales mencionadas en este texto. De las personas participantes en Facebook, Twitter e Instagram, el 59% estuvo de acuerdo con que la flor de trébol amarilla representa en mayor medida a Santa Marta, alegando que esta es mucho más común en las zonas urbanas de la ciudad, a diferencia de la Heliconia, distintiva de los terrenos montañosos.

De esta manera, queda a consideración de los lectores escoger la representación más fiel de la flora samaria. El Trébol y su pequeña flor o la Heliconia, dos variedades muy conocidas entre los habitantes que encierran años de historia y fortaleza en este, nuestro territorio. Sus colores vivos están asociados con la alegría particular de la región y las Heliconias están destinadas a llenar de vida cualquier sitio en el que se siembren.

“Luego de un análisis con varias jardineras, llegamos a la conclusión de que esta podría ser la más típica de Santa Marta. Ella pertenece a un grupo conocido como ‘exóticas’. Su cultivo y crecimiento se extiende, principalmente, por la Sierra Nevada, la Zona y dentro de la misma ciudad”, afirmó Marina Anzola Velasco sobre la Heliconia Wagneriana.

“Para mí sería, no sólo un árbol y una flor insignia, sino el que se debe tener en cuenta para repoblar porque es característico de este ecosistema y engalana todo, es una planta muy bonita cuando está florecida”, sostuvo Willinton Barranco Pérez sobre la flor de trébol.


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