Santa Marta es el nuevo destino de los venezolanos

Buena parte de los venezolanos que están en la ciudad realizan trabajos informales.

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Salen de Venezuela en busca de mejores oportunidades, huyendo principalmente a la inflación y escasez de productos, estimados en 500 por ciento y 70 por ciento, respectivamente.

Por: Daniela A. García

Redactora de EL INFORMADOR

Están en los restaurantes, peluquerías, busetas y esquinas más transitadas de la ciudad. Se les reconoce de inmediato por la forma de hablar y el acento, sobre todo, por el uso de la palabra “chamo”. Y es que Santa Marta es el nuevo destino de los venezolanos.

Salen de su país en busca de mejores oportunidades, huyendo principalmente a la inflación y escasez de productos, estimados en 500 por ciento y 70 por ciento, respectivamente, de acuerdo con cifras no oficiales.

Dada la cercanía geográfica, histórica y cultural, Colombia se encuentra entre los principales destinos de los nacidos en la tierra de Simón Bolívar. De los 202.624 que ingresaron al país en 2010, la cifra pasó a 329.478 en 2015, de acuerdo con las estadísticas dadas por Migración Colombia.

Solo entre enero y octubre de este año, la cantidad de ciudadanos de la nación hermana que entraron a territorio neogranadino se ubica en 294.726, a pesar de que la frontera del lado venezolano estuvo cerrada hasta el pasado mes de agosto por orden del presidente Nicolás Maduro.

Actualmente en Santa Marta hay unas tres mil personas provenientes de la nación vecina que se encuentran en la ciudad de forma irregular, asegura la coronel Sandra Vallejos, comandante de la Policía (Mesán), al ser consultada por EL INFORMADOR.

Historia de una

inmigrante

La situación es palpable en las calles. Ana Huerta –nombre utilizado para no reflejar su verdadera identidad– tiene 32 años, llegó a la capital del Magdalena hace tres meses procedente de Valencia, ciudad ubicada en el centro de Venezuela.

“Buenas tardes queridos pasajeros, qué pena tener que molestarlos. Vengo a ofrecerles estos deliciosos caramelos que no tienen ningún precio, solo el valor que ustedes le quieran dar para colaborarme. Yo vengo de Venezuela, me vine para acá a ganarme la vida honestamente porque ustedes saben que la situación allá está difícil. Que mi Dios me los bendiga”, es la frase que lanza cuando en la avenida del Libertador con carrera 19, se sube en una buseta que cubre la ruta hacia El Rodadero.

Ana, quien luce la piel tostada por el inclemente sol samario, cuenta que entró a territorio colombiano “sin sellar” por la frontera en Paraguachón, con la esperanza de un mejor futuro, obligada a ganar algún dinero que le permita mantener a su madre, quien permanece en su patria.

Asegura que con su actividad puede percibir ingresos que van desde 18 mil hasta 30 mil pesos diarios. Todo depende de las horas que se dedique y del día de la semana. Dice que por lo general los domingos no son tan buenos. En tres meses ha ofrecido caramelos, galletas, chocolatinas y todo tipo de golosinas.

No todos son

venezolanos

Fuentes vinculadas a Migración Colombia afirman que aunque es notoria la presencia de venezolanos en Santa Marta, en la ciudad hay más visitas de ciudadanos de otras nacionalidades y que incluso tienen mayor impacto.

Agregan que usualmente se tilda a estas personas como “venezolanos” por su acento, palabras características y forma de hablar, pero en realidad muchos de ellos son incluso colombianos que retornaron al país en los últimos años, sobre todo, a partir de agosto de 2015, cuando Maduro tomó acciones en contra de sus vecinos cerrando la frontera entre ambas naciones.

“Lo que sucede es que desde el año pasado hubo un traslado masivo de ciudadanos colombianos, que durante mucho tiempo vivieron en Venezuela, y que aún en su país de origen siguen conservando características de la otra nación, como la forma de hablar y el acento, por lo que se les identifica como venezolanos”.

Adicionalmente, está el caso de los hijos de colombianos nacidos en Venezuela, quienes por ley tienen el derecho de adquirir la nacionalidad de sus padres. Muchos de ellos ya han realizado los trámites para legalizarse, mientras que otros están en el país irregularmente porque no han podido cumplir con los procesos.

También se deben agregar los cónyuges de nacionales de este país, quienes por la situación en Venezuela decidieron venir a probar suerte junto con sus parejas.

Por último, se encuentran los ciudadanos que no tienen ninguna vinculación con Colombia, pero que ingresaron con la esperanza de conseguir un mejor futuro. Algunos de ellos de forma legal, solicitando visas de inversión, estudio y trabajo; pero muchos otros se hallan de forma irregular.

“Hay varios que se encuentran en el país porque ingresaron como turistas o en situación irregular, debido a que no tienen la posibilidad de recabar todos los documentos o pagar los trámites que se requieren para gestionar una visa, pero están realizando algunas actividades económicas”.

Por estudio, trabajo e inversión

Este año Migración Colombia emitió 90 visas temporales a ciudadanos venezolanos que cumplieron con todos los requisitos e hicieron las solicitudes para estudiar, trabajar e invertir en Santa Marta.

En el marco del auge de las migraciones, existen organizaciones que prestan ayuda y asesoría a los nacidos en el país hermano, como es el caso de la Asociación de Venezolanos en Colombia (Asocvencol), la cual orienta a estos ciudadanos sobre los procesos que deben cumplir para mantenerse de forma legal. dentro del territorio.
Buena parte de los venezolanos que están en la ciudad realizan trabajos informales.
Buena parte de los venezolanos que están en la ciudad realizan trabajos informales.


                               Algunas mujeres se dedican a la prostitución. Crédito: Edgar Fuentes Acosta



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