Santa Marta puede ser ejemplo nacional de construcción colectiva de paz

Las dos novelas escritas por Ricardo, que tratan de algunos sueños y esperanzas de los samarios de una ciudad más democrática y justa.

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Ricardo Villa Sánchez es samario, abogado, escritor, investigador, columnista de EL IN FORADOR, asesor y actualmente es director de Derechos Fundamentales del Trabajo en el Ministerio del Trabajo; allí en seguimiento de la vocación de vida en defensa de los derechos humanos, asume este nuevo papel para darle garantías y solución a los distintos problemas y fenómenos sociales que se presentan a través de decisiones políticas en el país.

Villa Sánchez tienes tres hijos; vive en la capital del país por cuestiones de trabajos, pero visita mucho Santa Marta, lugar donde vive su esposa con su último hijo y también su madre, Sara Sánchez.

Hijo del reconocido político samario y ya fallecido, Ricardo Villa Salcedo, hombre conocido por ser defensor de derechos humanos, exsenador y columnista durante muchos años de EL INFORMADOR. En su último comentario editorial, titulado ‘Corrupción, clientelismo y carestía’, Villa Salcedo cuestionaba algunas ejecutorias de la Administración Distrital en contratación con particulares; fue asesinado por sus denuncias de corrupción y malversación de fondos estatales.

EL INFORMADOR: Desde su cargo en el MinTrabajo ¿Qué aporte traerá a Santa Marta?
Ricardo Villa Sánchez: “Dentro de mis funciones como director de Derechos Fundamental del Trabajo, fortalecer las comisiones de políticas salariales y laborales en el país. En Santa Marta, estas facultades se realizan desde la Dirección Nacional del Trabajo, con una secretaría técnica desde donde se vinculan los actores desde los gremios productivos, organizaciones sindicales y los entes públicos, y nosotros hacemos la supervisión en el marco del diálogo social en la ciudad como el país”.

EI: Desde su profesión como abogado ¿Qué contribución considera que le ha dado a la ciudad?
RVS: “Como abogado también he litigado en la ciudad, he tenido algunas asesorías y consultorías, y seguimos como en ese sueño de que Santa Marta ocupe ese espacio como Distrito Turístico, Cultural e Histórico en el país y en la región Caribe. Recién he trabajado como servidor público en tema de política social en Santa Marta y Bogotá, de equidad de género, juventud, estuve en el tema de afrodescendientes, indígenas, y también como consultor en la construcción del plan de empleo en el Magdalena. Siempre he estado en esa área de la defensa y la reivindicación de la realización de derechos de la población vulnerable, los más débiles, aquellos menos favorecidos, aprovechando las oportunidades que he tenido en espacios de toma de decisiones importantes para la construcción del estado social y democrático”.

EI: Fue por un tiempo columnista de EL INFORMADOR, ¿cuéntenos qué aporte ha tenido en su vida?
RVS: “Tengo un sentimiento muy especial de gratitud por el diario EL INFORMADOR, porque a la edad de 19 años, de pronto no de manera continua por estar en el servicio público, pero sí de manera directa me publicaron algunas de mis ideas y aportes a la sociedad como ciudadano; y han seguido muy de cerca mi trabajo a lo largo de los años”.

EI: ¿Qué más lo apasiona?
RVS: “Tengo también algunas inclinaciones artísticas, es decir, en la parte literaria he publicado dos novelas que se tratan de la ciudad, una de ellas es, Siempre es bueno regresar a casa, publicada en el 2003 y la otra, Ya sin futuro, en el 2013; y se trata de algunos sueños y esperanzas que tenemos los samarios de una Santa Marta más democrática y justa para todos”.

EI: ¿Qué opinión merece sobre cómo se encuentra Santa Marta en la actualidad?
RVS: “Creciendo, Santa Marta por su posición geoestratégica tiene muchas posibilidades de ocupar un sitial más relevante en el país y en el Caribe, tanto en su vocación de Distrito Turístico, Cultural e Histórico; como también desde la logística portuaria, la industria agrícola, el comercio y los servicios. Es muy complejo por lo que ha atravesado la ciudad, por ejemplo, solo con la llegada de poco más del 30% de sus habitantes; muchos de ellos, desplazados por el conflicto, han buscando oportunidades que encuentran muchas veces en la informalidad laboral y empresarial”.

EI: ¿Qué sugiere como ciudadano?
RVS: “Santa Marta ha padecido por las circunstancias del cambio climático y un conjunto de bonanzas que le han dejado herencias positivas y negativas, así como una gran precariedad institucional, exclusión social e inequidad y, quizás, muy poca planeación estratégica del desarrollo. Eso ha generado una respuesta social que muchas veces no va a la misma velocidad que las necesidades reales. Y que demanda construir colectivamente un nuevo proyecto de ciudad más justa, equitativa, pluralista y en la que se den algunas sesiones de poder que históricamente nos han impedido avanzar”.

EI: ¿Propone algún modelo de gestión para promover la equidad?
RVS: “Se ha avanzado y se nota la voluntad de cambio y los resultados en materia de infraestructuras sociales y de territorialización de políticas públicas hacia las mayorías.
Faltaría, en medio de las dificultades, y veo mucha voluntad, con la participación activa de diversos sectores, un esfuerzo mayor, en la lucha contra la pobreza y por la inclusión social, con más recursos, empoderamiento ciudadano y diálogo social. También, corresponde concretar un reordenamiento moderno, democrático y sostenible del territorio. Ojalá adaptado al cambio climático”.

EI: Su mensaje final
RVS: “Bajo los principios del diálogo social y del trabajo decente; las y los samarios unidos podemos llevar a la ciudad más antigua de Colombia a ser ejemplo nacional de construcción colectiva de paz y de reconciliación, que pasa por la justicia social, el buen vivir y la apertura democrática. En Santa Marta hay esperanza”.