Irán trata de secuestrar o matar a activistas fuera del país, según el Post

Una mujer participa en la manifestación de Women Life Freedom en apoyo a los iraníes.

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Las manifestaciones se han extendido por todo Irán desde entonces y también han saltado a las principales capitales del mundo donde viven opositores o exiliados iraníes.

Washington (EFE).- El gobierno iraní ha intensificado sus esfuerzos para secuestrar y matar a funcionarios gubernamentales, activistas y periodistas en todo el mundo, incluso en Estados Unidos, aseguró el diario The Washington Post.

El diario basa sus afirmaciones en documentos gubernamentales y entrevistas realizadas a quince funcionarios en Washington, algunos países de Europa y Oriente Medio, quienes hablaron sobre el tema bajo la condición de anonimato.

Según estos informes, Teherán ha atacado a ex altos funcionarios del gobierno estadounidense y a disidentes iraníes que han huido del país hacia Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Turquía y Europa.

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También atenta contra medios de comunicación críticos con el régimen y civiles judíos o personas que tienen vínculos con Israel, según los funcionarios y documentos gubernamentales consultados por el diario.

Los servicios de inteligencia y seguridad de Irán dependen en gran medida de lo que el rotativo llama “agentes” para llevar a cabo sus planes fuera del país. Para ello, ofrece cientos de miles de dólares a ladrones de joyas, traficantes de drogas y otros delincuentes que operan en redes criminales y que perpetran asesinatos a sueldo, dijeron los funcionarios.

No obstante, esta forma de ejecutar los planes ha provocado el fracaso de algunas operaciones, dijeron los funcionarios, ya que, o bien fallaron los complots o, en algunos casos, los sicarios contratados parece que perdieron interés y nunca llevaron a cabo las órdenes recibidas.

Pero los funcionarios dicen que la persistencia de Irán hace probable que eventualmente pueda llevar a cabo el asesinato de un disidente de alto perfil, un periodista o una figura de un gobierno occidental, y eso podría provocar una confrontación directa de algún país con Teherán.