La Fiscalía de Nicaragua acusa a otro sacerdote sin precisar los motivos

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El Ministerio Público de Nicaragua acusó al sacerdote Óscar Danilo Benavidez Dávila, el quinto presbítero en ser querellado este mes, sin precisar el delito que se le imputa, informaron este lunes fuentes judiciales.
La sociedad nicaragüense y el Estado de Nicaragua fueron identificados como las "víctimas/ofendidos" por el sacerdote, de 49 años, quien se encuentra detenido desde el 14 de agosto pasado y de quien hasta ahora no se ha explicado los motivos de su arresto.

La acusación fue presentada por el fiscal del caso Manuel de Jesús Rugama Peña ante la titular del juzgado Décimo Distrito de lo Penal de Audiencia Circunscripción Managua, Gloria María Saavedra Corrales, de acuerdo con la causa divulgada por el Poder Judicial.

El presbítero Benavidez Dávila, párroco de la parroquia Espíritu Santo, en el municipio de Mulukuku, en la Región Autónoma del Caribe Norte de Nicaragua, fue detenido el domingo 14 de agosto pasado, denunció entonces la Diócesis de Siuna, a la que pertenece y que dijo desconocer las causas o motivos del arresto del sacerdote.

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La acusación fiscal, al igual que otros cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo de la Diócesis de Matagalpa (norte) que fueron querellados la semana pasada, no precisa los delitos por los cuales se acusa al cura.

Benavidez es el séptimo sacerdote acusado en lo que va del año en Nicaragua, y el octavo que se encuentra bajo custodia policial, incluyendo al obispo Rolando José Álvarez Lagos, quien fue sustraído por agentes policiales la madrugada del viernes 19 de agosto, junto a otros cuatro sacerdotes que ya fueron acusados, del palacio episcopal de la Diócesis de Matagalpa, después de haber estado 15 días confinados.

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Álvarez, de 55 años y obispo de la diócesis de Matagalpa, administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, y quien se encuentra desde esa fecha bajo "resguardo domiciliar" en Managua, según la Policía Nacional, no ha sido acusado.