El aeropuerto de Kabul ha dejado escenas dramáticas con decenas de miles de personas tratando de abandonar el país en los vuelos de evacuación.
Así lo señaló la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria, donde apuntó que EE.UU. está transmitiendo este mensaje directamente a los talibanes a través de los distintos canales de comunicación que tienen abiertos con ellos.
La portavoz dijo que entre las personas que deben poder acceder al aeropuerto están solicitantes de visados especiales de inmigrante (los que se conceden a los traductores que trabajaron para las fuerzas estadounidenses) y otras personas que EE.UU. desea sacar del país.
"Estamos en contacto con ellos o intentando contactar con ellos sobre cómo y cuándo deben acudir al aeropuerto", remarcó Psaki.
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Los talibanes anunciaron este martes que para evitar que continúe el caos en el aeropuerto de Kabul, a partir de este momento los ciudadanos afganos no podrán ir al aeródromo, una medida que dificulta los intentos de EE.UU. y de otras naciones de evacuar a los aliados afganos vulnerables en el país.
"El Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) está tratando realmente de controlar la situación. Ahora el camino al aeropuerto ha sido cerrado. Los afganos no están autorizados a ir allí, (sólo) los extranjeros pueden ir", dijo en una rueda de prensa en Kabul el principal portavoz insurgente, Zabihullah Mujahid.
Psaki remarcó que mantienen contactos con los insurgentes no solo para que los ciudadanos de EE.UU. que quedan en Afganistán puedan llegar al Aeropuerto Internacional Hamid Karzai, sino también por los solicitantes del visado especial de inmigrante y otros afganos, cuya salida están facilitando las fuerzas estadounidenses.