Naciones Unidas (EFE) - Greenpeace levantó sendas estatuas de hielo de los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Brasil, Jair Bolsonaro, para que su deshielo frente a la sede de Naciones Unidas llamase la atención del mundo sobre la crisis ambiental y de pérdida de biodiversidad.
Con la protesta, la organización ecologista ha buscado destacar los “deliberados fracasos” de los dos gobernantes a la hora de actuar para proteger el medioambiente.
Activistas de Greenpeace colocaron las dos estatuas de hielo frente a la sede central de la ONU en Nueva York, coincidiendo con la Cumbre de la Biodiversidad albergada por la organización internacional.
“¿Dónde están Trump y Bolsonaro mientras el mundo arde? Tienen que despertar ante la descomposición ecológica y seguir a la ciencia”, señaló en un comunicado Arlo Hempill, de Greenpeace USA.