Violencia política acecha de nuevo las elecciones en el país

Un hombre camina frente a una valla con publicidad política este miércoles, en Barranquilla, Colombia. Foto: EFE

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Por su parte, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) documentó 24 ataques contra periodistas que cubren las campañas, dos casos más que en las elecciones locales de 2015.

Bogotá, 24 oct (EFE).- La violencia política que Colombia creía desterrada gracias al acuerdo de paz con las FARC regresó para las elecciones municipales y regionales del domingo en cuya campaña han sido asesinados siete candidatos y uno más está secuestrado.

Pese a que en 2018 Colombia vivió las elecciones legislativas y presidenciales más pacíficas de su historia reciente, la inestabilidad política reapareció en esta campaña con ataques a candidatos en un momento en que la implementación de la paz se tambalea y arrecian los asesinatos de líderes sociales.

La Misión de Observación Electoral (MOE) registró desde julio pasado 108 casos de violencia contra candidatos, la mayoría de ellos en zonas alejadas que antes dominaban las FARC y a las que nunca llegó el Estado después de la firma del acuerdo de paz de noviembre de 2016.

En departamentos como Cauca, Nariño y Chocó, en la costa del Pacífico, así como Norte de Santander y Arauca, fronterizos con Venezuela, y en la región del Bajo Cauca (Antioquia) se viven las situaciones más complejas por la presencia de bandas criminales como el Clan del Golfo, disidencias de las FARC y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), entre otros.

"Hay zonas donde este acuerdo de paz no ha permitido reducir la violencia y al contrario la ha aumentado porque estamos viendo grupos de narcotraficantes y demás que tratan de recuperar el lugar que tenían las FARC en todos los tráficos ilegales", explicó a Efe el director del Grupo de Estudios de la Democracia de la Universidad del Rosario, Yann Basset.

Candidatos en la mira

El aumento de la violencia supone un retroceso en un país que empezaba a acostumbrarse a la política sin armas que marcó la vida nacional desde la primera mitad del siglo XX.

Las elecciones presidenciales de 2014 y 2018, así como las regionales de 2015, fueron las más tranquilas en décadas ya que el influjo de la negociación de paz con las FARC llevó a esa guerrilla y al ELN a declarar treguas, con lo cual el país se libró de ataques contra candidatos y electores, la quema de urnas y el secuestros de jurados de votación.

Según la MOE, en esta campaña tres candidatos a alcalde y cuatro a concejal han sido asesinados, mientras que otro aspirante a concejal está secuestrado desde agosto pasado en el Chocó, 12 más sufrieron atentados y a 88 los amenazaron de muerte.

El caso más grave fue el de la joven política liberal Karina García Sierra, candidata a la Alcaldía de Suárez (Cauca), que el 4 de septiembre fue asesinada a tiros dentro de una camioneta junto a cinco acompañantes, entre ellos su madre y un aspirante al concejo, y sus cadáveres incinerados, al parecer por disidentes de las FARC. EFE