Estados Unidos sigue padeciendo los estragos del huracán Florence

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Cientos de personas tuvieron que abandonar sus hogares este viernes en Carolina del Sur debido a las inundaciones causadas por el huracán Florence.

La medida abarcaba a unos 500 residentes cerca de la ribera del río Lynches en Carolina del Sur. El Servicio Meteorológico Nacional dijo que el río se desbordará la noche del sábado o la mañana del domingo, y los albergues están abiertos.

Las autoridades río abajo hicieron sonar la voz de alarma, señalando los estragos y la destrucción ambiental causados por Florence en otras zonas.

"Aunque ya no soplan los vientos y no llueve tanto, el agua sigue ahí y lo peor aún no ha llegado a la parte oriental del estado", dijo el gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster.

El administrador del condado de Georgetown, Sel Hemingway, advirtió que la zona podría verse afectada por una inundación sin precedente. "Ya hemos agotado todos los recursos", expresó.

En Carolina del Norte, la historia se repetía, pues estaban inundados los mismos locales afectados por el huracán Matthew en el 2016.

Hace dos años, las aguas crecidas anegaron la iglesia Presbyterian Church of the Covenant, en Spring Lake. La congregación reconstruyó el templo pero ahora, las aguas del río Little reventaron las ventanas, arruinando los muebles y dejando Biblias empapadas por todo el piso.

"Me enferma pensar en todo el esfuerzo que hicimos para reconstruir la iglesia después de la inundación anterior", dijo Dennis DeLong, uno de los feligreses. "Dimos alma y corazón para reconstruirla".

El gobernador McMaster estimó que los daños por el huracán ascenderán a 1.200 millones de dólares, en una carta en que estima que es el peor desastre en la historia moderna del estado. McMaster le solicitó al Congreso que acelere el envío de la ayuda federal.

El gobernador de Carolina del Norte Roy Cooper dijo que sabe que los daños en su estado alcanzarán miles de millones de dólares, pero aclaró que es imposible dar un estimado exacto ya que los efectos del fenómeno siguen en desarrollo.

La empresa Duke Energy dijo que una represa cerca de una planta eléctrica en Wilmington se había roto ante la fuerza de las aguas crecidas de Florence, y que es posible que el carbón de un vertedero adyacente se esté filtrando en el río Cape Fear.

Entretanto el Centro Nacional de Huracanes dijo que estaba monitoreando las localidades en la costa atlántica debido a indicios de otras tormentas incipientes. Una se estaba engendrando en el mar y parecía virar hacia la costa.

Unos 55.000 viviendas y negocios seguían sin electricidad, casi todos en Carolina del Norte, pero la cifra ha bajado con respecto a la máxima de 900.000 que se vieron afectados en tres estados debido a los efectos de Florence.