Más de 2 mil familias de la región centro del Magdalena padecen la escasez del preciado líquido y de un pésimo servicio de alcantarillado.
En el municipio de Ariguaní habitantes llevan denunciando que más del 70% de los barrios no poseen agua potable desde hace más de cuatro años y las comunidades exigen el abastecimiento para cubrir las necesidades básicas de las familias afectadas por la escasez del preciado líquido.
La comunidad reporta que a diario se ven en las calles de esta población habitantes que intentan suplir la carencia de agua que tienen en sus hogares, empeorando el panorama para la obtención del preciado líquido, en el cual algunos recurren a comprarle a comerciantes para suplir los retrasos que tienen los carrotanques para abastecer a las casas de esta zona.
Cabe resaltar que la situación presentada por la falta de agua potable es cada vez más dramática en este municipio, así lo dio a conocer María José Cortina Lobo una habitante de esta localidad quién manifestó que todos los barrios en el municipio se encuentran afectados. El preciado líquido no llega por los tubos que además se encuentran en un deterioro considerable y se le suma a toda esta problemática la falta de un acueducto moderno ya que llevan más de 50 años con el mismo sistema sanitario.
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Además, añadió que el agua tarda en llegar a los diferentes sectores hasta tres veces por mes, complicando el panorama para muchos habitantes oriundos de esta región en el sur del departamento.
María José explicó que los barrios más notoriamente afectados son; Aguas Claras, 20 de Mayo, El Sinal y La Florida, indicando que “la alcaldía se encarga de sustentar el preciado líquido en diferentes sectores del municipio no obstante, hay momentos en los que el carro tanque no surte a las viviendas y toca recurrir a los comerciantes del líquido, aspecto que complica el bolsillo de varios habitantes de esta zona ya que son muy elevados los precios”.
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Finalmente, muchos de estos habitantes deben levantarse temprano para bombear y recoger el líquido y así suministrarse con él hasta la próxima bombeada del carrotanque, ya que normalmente viene el agua una o dos veces a la semana y en otras ocasiones tarda hasta tres semanas sin provisionar a estas familias vulnerables.