Agroindustria de la palma de aceite logra cifras récord en producción y ventas al mercado interno

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Los precios internacionales del aceite de palma, que estuvieron en alrededor de USD $713 por tonelada en 2020, alcanzaron un promedio en 2021 de USD $1.207 lo que implica un crecimiento de 69%.
La producción de aceite de palma fue de 1,75 millones de toneladas en 2021, lo que representa un aumento de 12% con respecto a la producción de 2020. “La producción creció en todas las zonas palmeras de Colombia, alcanzando niveles récord en la mayoría de ellas”, expresó Nicolás Pérez Marulanda, Presidente Ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma.

El dirigente gremial aseguró que el valor de la producción para 2021 fue de COP7,5 billones, es decir 80 % por encima de 2020 y el valor histórico más alto, tanto por el aumento del volumen de la producción como al buen comportamiento de los precios internacionales del aceite de palma.

Las ventas al mercado local alcanzaron 1,2 millones de toneladas, reflejando un crecimiento de 42% frente al año anterior y una participación dentro del total de las ventas de 71% para 2021, principalmente en los segmentos de alimentos y biodiésel, mostrando una positiva dinámica y atendiendo de manera apropiada los requerimientos de materia prima de la industria nacional tanto en usos comestibles como no comestibles.

Por su parte, las ventas al mercado internacional estuvieron en 0,5 millones de toneladas y su participaron en el orden de 29% de las ventas totales de la agroindustria. En ese sentido, se estima que las exportaciones alcanzaron un valor de USD 551 millones, señaló Pérez Marulanda, al tiempo que ratificó que el aceite de palma se ubicaría en el primer renglón en exportaciones no tradicionales y cuarto lugar en exportaciones agropecuarias, resaltando los mercados de la Unión Europea, Brasil y México, los de mayor importancia como destino de las exportaciones colombianas.

“Esta situación se debe, del lado de la oferta, a una caída de la producción de aceite de palma en Malasia, el segundo país productor a nivel global, y a la menor dinámica mundial de las cosechas de girasol y canola; como también, del lado de la demanda, a la recuperación económica que impulsó la demanda de aceites y grasas en los principales mercados, y la consolidación de los mandatos de biocombustibles en diferentes países”, explicó Pérez Marulanda.

“Estos resultados llevarán amplios beneficios a los más de 160 municipios palmeros del país, consolidando a la agroindustria de la palma de aceite como un motor de desarrollo rural y gran generador de empleo formal y actividad económica legal”, concluyó el Presidente Ejecutivo de Fedepalma.