La nueva infraestructura fue entregada en el sector de Bocatoma, vereda de Aracataca, con el fin de poder garantizar su formación académica.
A poco tiempo de culminarse este periodo de Administración Municipal, el alcalde de Aracataca, Pedro Sánchez, hizo entrega de una moderna sede de aprendizaje escolar a la Institución Educativa Elvia Vizcaíno de Todaro, localizada en Bocatoma, zona rural del municipio.
Según lo expresado por el mandatario, este tipo de obras están encaminadas a mantener el compromiso pactado con la niñez y la educación de los habitantes.
“Lo he dicho siempre, trabajaré hasta el último día de mi gobierno porque ese es el compromiso que tengo con la comunidad. Aquí en esta zona los niños daban clases de forma inhumana, prácticamente en una choza de tabla y zinc, no tenían forma de rendir académicamente. Luis Miguel Jiménez, quien es de este sector y es funcionario de la Secretaría de Educación, en muchas oportunidades me tocó las puertas con la intención de traerles ayudas”, explicó Sánchez, haciendo referencia a las gestiones adelantadas desde la dependencia para poder concluir este proyecto.
La nueva sede la institución está ubicada en la vereda Bocatoma.
Con esta entrega, los estudiantes de estas veredas ya no tendrán que padecer por las lluvias ni las altas temperaturas que constantemente afectaban el curso de las clases, dictadas en espacios que carecían de pisos, abanicos y baterías de baño.
“Esto se logró con los recursos que llegan de calidad de educación, que es muy poco, alrededor de mil millones de pesos, una parte debe ser destinada a alimentación escolar y quedan casi $600 millones que debemos invertir tanto en sedes urbanas como rurales del municipio”, manifestó el alcalde, añadiendo que, de igual manera, ha logrado intervenir a infraestructura académica en la sede de Buenos Aires, de Sampués, Sampuesito y que actualmente se están recuperando dos colegios a través del Pdet, en el sector de Agua Bendita.
La sede educativa de la Institución Elvira Vizcaíno de Todaro contó con el apoyo de la gestora social Regina Pabón y de Ricardo Cárdenas, quien donó el terreno.