Luego de un día lluvioso en Santa Marta, la naturaleza cautiva a residentes y visitantes. Entre el Gran Morro y la Bahía más linda de América los tonos anaranjados prevalecieron en el cielo de la capital magdalenense.
En medio de la tranquilidad del mar y la imponencia del baluarte más importante de la ciudad, usuarios lograron palpar una obra de arte que quedó guardada en la mente de todos los habitantes.
Pese a la incertidumbre por los problemas que aquejan en la ciudad, la naturaleza sigue regalando una luz de esperanza y llenando de magia los días en la Perla de América.
A esta hora de la noche, la temperatura ronda los 28ºC y la noche se siente fresca y agradable.