A esta hora se registran nuevamente columnas de humos en los cerros de Santa Marta. Por espacio de más de 120 días, el crimen ambiental no ha cesado sino que, por el contrario, arrecia con más fuerzas día a día.
La muerte de las especies arbóreas, el desplazamiento de los animales de su hábitat natural, la quema de las superficies dejando la tierra estéril son crímenes contra el medio ambiente con un único fin: invadir.
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Como si de una mafia se tratara, a toda hora arden los cerros de la ciudad y a pesar de las múltiples denuncias que ha hecho EL INFORMADOR, las autoridades todavía no reaccionan convirtiéndose en cómplices de los ilícitos.
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