Hace unos días publicamos el estado tan lamentable en el que se encuentran las estaciones de salvavidas ubicadas en la playa de El Rodadero, totalmente desvencijadas, sin doliente alguno.
Qué vergüenza que una ciudad que se jacte por ser una potencia del turismo nacional tenga como carta de presentación estos adefesios de estructuras para la temporada vacacional. Ojalá copie el alcalde Rafael Martínez el ejemplo del municipio vecino y no vaya a ser que se le dé reconstruirlas al próximo alcalde para mostraras previo a los Juegos suramericanos de playa.