Samarios divididos por intervención del Camellón

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La ciudadanía espera que intervención en el Camellón generé cambio en su entorno.

La intervención de la que será objeto el Camellón de la Bahía de Santa Marta, como principal lugar turístico de la capital del Magdalena, ha generado opiniones divididas entre diversos sectores de la sociedad samaria debido a diversas problemáticas, que en la actualidad hacen parte del entorno de lo que hasta hoy se conoce como la Bahía más linda de América.

Con respecto a la intervención que se ejecutará desde el próximo mes de febrero del año 2020, con un tiempo estimado para su entrega de 15 meses, según lo manifestado por el contratista, EL INFORMADOR, salió en busca de comerciantes, turistas nacionales, extranjeros, y ciudadanos que frecuentan ese lugar, para conocer su opinión sobre esta obra, y lo que creen sobre cuál sería el impacto que produciría para el comercio, el turismo y para la ciudadanía en general la recuperación del Camellón Rodrigo de Bastidas.

Conforme a esto, es posible notar que, algunos de los encuestados creen que es un buen proyecto, que se necesitaba con urgencia puesto a que es la entrada de aquellos que vienen por medio de embarcaciones desde otros países a visitar y conocer la ciudad, sin embargo, y en contraste con esto, surge en muchos de ellos una gran incertidumbre, relacionada con el sentido de pertenencia de los samarios, y la responsabilidad del cuidado del Camellón.
Esto en relación a que en la actualidad, el sector se ha vuelto un área de influencia, altamente impactado por la prostitución, el expendio de estupefacientes, la inseguridad. Además de ser el “baño público” de habitantes de calle, y de informalidad.

Luz Mery Vivas, una comerciante informal del sector, asegura que, “yo trabajo acá desde en el año 1992, y me gustaría ver el Camellón bonito nuevamente, ya que yo lo alcance a ver así, antes de se deteriorara de esta forma”.
Con respecto al impacto que generaría esto para ellos como comerciantes, ella asegura que, “no sé qué pasará con nosotros”, debido a su condición de comerciante informal, ella no sabría si los dejen seguir trabajando o al contrario, los expulsen de esa zona, en la que ha permanecido por más de 10 años.

Como se había dicho con anterioridad, una de las preocupaciones más grandes por parte de la ciudadanía, es el cuidado de esta zona, una vez concluyan las obras de remodelación, en el año 2021, tema en el que hay opiniones divididas, ya que Luz Mery considera que, “el cuidado del Camellón debería volver a estar a cargo de la Sociedad Portuaria, que antes disponía de vigilancia privada para este fin”.
Otro comerciante de la zona, quien aseguró ser conocido como ‘Kelvin’, dijo que “los ciudadanos somos quienes debemos ser responsables de la conservación de la Bahía, ya que somos nosotros quienes nos hemos convertido en sus usuarios”.

Con respecto al tema de la seguridad, y los actores que empañan el entorno en esa zona Eduardo Bonet dijo que “debe haber más acompañamiento de la Policía, y del distrito, sobre todo con los indigentes y los viciosos que son quienes llegan a orinarse y a dañar las estatuas y los demás componentes del Camellón”, asegurando además que pese a haber un Cai cercano, “no se ve ni un Policía, no hay seguridad, no hay nada”. Enfatizó.

Por su parte, Carlos y Natalia, dos turistas provenientes de la Ciudad de México, aseguraron a EL INFORMADOR que, “no esperábamos encontrarnos con la Bahía más linda de América en ese estado”, aunque al preguntarles sobre una situación similar en su país, ellos dijeron que en algunas partes de su país, también se veían lugares en condiciones similares de abandono, coincidiendo en que eso hace parte del tercermundismo que se vive en Latinoamérica.

Jairo Ospina por su parte, un turista proveniente de Ibagué, al preguntarle por el estado actual de la estatua de Rodrigo de Bastidas, aseguró que, “desafortunadamente afea el paisaje y daña la visión de los turistas, la buena imagen que tiene los turistas de la zona”. Con respecto a la obra de recuperación de este espacio, manifestó que, “se debe hacer auditoria de los recursos para que no pase lo que sucede siempre en este país, segundo, pues que se dé la mejor presentación posible ya que representa el patrimonio turístico de Colombia” puntualizó.

Dentro del sondeo, EL INFORMADOR también tuvo en cuenta los comentarios de quienes interactúan a través de las redes sociales, por medio de los cuales muchos aseguraron que existen otras prioridades. Al igual no sirve de nada la inversión, si entre la misma sociedad, no se crea consciencia de conservación sobre las cosas de la ciudad.

Es el caso de Maik Cantillo, quien aseguró que, “si la gente no tiene sentido de pertenencia por la ciudad, y no cuida las obras, seguirán en lo mismo, sacándole plata a la ciudad para volver hacer cosas que dañan”.
Fredy Alfonso Katuna Cuello por su parte, dijo que “la idea de estas obras, es que generen empleo para los samarios, porque los contratistas en su mayoría, traen gente de afuera. Es la oportunidad de darle la mano al pueblo”, aseguró.

Jennifer Karina Toncel Cantillo, dijo que, “el agua, la educación, la cultura, dignificar el trabajo de la gente”, son una prioridad sobre otros temas.

Otros por su parte, dejaron ver cierto recelo sobre los plazos de ejecución del proyecto, al asegurar que, “toca ver cuando termina dicho proyecto, y si es que lo terminan”. Así lo manifestó Hamir Lobo Velásquez.
Otros aseguraron que es lo mínimo que pueden hacer, luego de acabar con la playa de la Bahía, es el caso de Fabio Campo.

Otros aseguran que el alcantarillado es una prioridad antes de esta obra, como Maryuri Camacho.

Por último, Hernando Giraldo Rodríguez, cree que “después de culminado, el proyecto debe entregársele a la junta de acción comunal del Centro para su beneficio general”.