Una crónica publicada por EL INFORMADOR el 20 de julio de 1977, cuando el aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta era frecuentado por avionetas utilizadas para el tráfico de drogas. En imágenes captadas entonces por el reportero gráfico Franco Barros se aprecian diferentes narco avionetas que se encontraban en la terminal aérea de la ciudad.
Será por esta razón que la ciudad de Santa Marta aparece de primera en cuanta información se publica en los Estados Unidos sobre las actividades de las mafias internacionales, especialmente en el tráfico de cocaína y marihuana, ya que su aeropuerto Simón Bolívar se ha convertido en un parqueadero de naves aéreas utilizadas por estas gentes en diversas actividades.
Actualmente en nuestro aeropuerto se encuentran cinco aviones, de diferentes tamaños y tipos, los cuales por autorización previa de la ley tienen que pasar a hacer parte del material que debe utilizar las autoridades represivas para combatir el tráfico de estupefacientes.
Y es que hay que considerar esta constante llegada de naves a nuestro aeropuerto; algunas porque se han quedado sin combustible, otras por averías y otras, porque, según informes serios, se las ha tomado el día sin poder despegar; le hace muy mala propaganda a nuestra ciudad.
Podría suceder que esa mala imagen que tiene la prensa norteamericana sobre Santa Marta, lo anterior podría ser base para afirmar, todavía gracias a Dios que no lo han dicho, que nuestro aeropuerto se presta para este tráfico que da mucho dinero, pero que su consumo produce la descomposición moral y física de tantos desgraciados que se han convertido en guiñapos humanos por viciosos.
Por otro lado, de seguir llegando naves de esta clase, con el tiempo el aeropuerto Simón Bolívar será muy pequeño para que aterricen allí las naves comerciales legales, razón por la cual, quienes tienen en sus manos la autoridad para hacer desaparecerlas, lo hagan cuanto antes, porque la verdad es que está perjudicando a Santa Marta, aunque muchos no lo piensen así.
De todas esas naves aéreas, ofrecemos hoy gráficas, al ver que estas aumentan en su número a medida que pasan los días y los meses, sin que desaparezcan, pensando también que en cualquier momento, indeseables traten de robarse alguna y puede organizarse en el aeropuerto Simón Bolívar hechos de sangre que más tarde tengamos que lamentar.
