"La Alcaldía Distrital rechaza el acto criminal y cobarde ocurrido el día 12 de octubre en el corregimiento Guachaca, donde fue cegada la vida del dirigente comunal, el señor Jaime Castillo Jaramillo conocido cariñosamente como el Negro, presidente de la Junta de Acción Comunal de dicho corregimiento. Delincuentes pertenecientes a las bandas criminales que se disputan la zona, atentaron contra la integridad del líder.
Según el boletín de prensa, el Alcalde Distrital, Carlos Eduardo Caicedo Omar viene haciendo un esfuerzo por recuperar la seguridad y la tranquilidad en la ciudad y particularmente en la Troncal del Caribe, por lo que esta ha representado en el pasado para el accionar de los grupos armados ilegales. Se ha hecho una apuesta, por garantizar la no repetición del control de estos grupos, en la ciudad y la zona rural, que hoy pretenden intimidar quebrantando la voluntad de las comunidades por superar el conflicto armado y la estigmatización a la que han sido sometida durante años.
Lo anterior ha conllevado a la realización de dos consejos de seguridad para analizar y tomar decisiones como: la militarización de la zona, se aumento el pie de fuerza tanto policiva como militar, se restringió el porte de armas y se prohibió la circulación de motocicletas con parrillero hombre donde predominantemente se desplazan los sicarios.
De igual manera se ha incrementado el trabajo de inteligencia mancomunada entre la policía, el ejército y el CTI, esto ha generado resultados indiscutibles como la captura de cabecillas de los grupos armados ilegales y se ha incentivado la cultura de la denuncia en las comunidades. La máxima autoridad del distrito, hace un llamado a los líderes comunitarios para que no cesen sus actividades por hechos cobardes como este. Por el contrario, hace una invitación a que mantengan la confianza en la institucionalidad y en la legalidad para acompañar sus procesos.
Desde ya ponemos en conocimiento a los organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales para que acompañen al gobierno distrital en esta lucha por la recuperación del estado de derecho en el territorio de la Troncal del Caribe y los territorios indígenas que la comprenden. Este área de la Sierra Nevada de Santa Marta, golpeada insistentemente por el accionar de grupos paramilitares que aun hoy, seis años después de la desmovilización de las AUC persisten en ejercer un dominio sobre el territorio y sus comunidades para mantener el control de las rutas del narcotráfico, el contrabando de combustible y la extorsión.