Tratnik triunfa en San Daniele y Almeida mantiene la maglia rosa

Deportes - Int.
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El portugués Joao Almeida con la bonificación lograda en la etapa de ayer suma ahora 17 segundos de ventaja sobre Kelderman, 2:58 sobre el australiano Jai Hindley (Sunweb) y 2:59 sobre el británico Tao Geoghegan Hart (Ineos).

Roma (EFE) - El esloveno Jan Tratnik (Bahrein McLaren) se impuso en la decimosexta etapa del Giro de Italia, sobre un recorrido de 229 kilómetros entre Udine y San Daniele del Friuli, en la que el portugués Joao Almeida (Deceunick Quick Step) mantuvo la maglia rosa de líder.

Tratnik dio la primera etapa en este Giro al equipo Bahrein McLaren con un ambicioso ataque a cuarenta kilómetros del final y, tras ser alcanzado en los últimos diez kilómetros por el australiano Ben O'Connor (NTT), triunfó con un autoritario esprint y entró con varios metros de ventaja con un tiempo de 6 horas, cuatro minutos y 36 segundos.

Fue un día en el que los grandes gestionaron energías y entraron con casi trece minutos de retraso, pero Almeida envió una señal a sus rivales y atacó en los últimos metros para incrementar en dos segundos su ventaja sobre el holandés Wilco Kelderman (Sunweb), ahora a 17 segundos.

Tras disfrutar del último día de descanso de este Giro, los corredores abrieron este martes la última semana con una etapa larga, la segunda más larga de esta edición, e histórica, pues fue la número 2.000 de la historia de la Carrera Rosa.

Enfrentaron una secuencia de toboganes en la Madonnina del Domm (2a, 10,8 kms al 7,1 de pendiente media), en el Monte Spig (3a, con 2,8 kms al 10 por ciento) y en la Cota de Monteaperta (3a, de 3,3 kms al 7,6).

A continuación subieron al muro del Castillo de Susans, con un kilómetro al 16 % de pendiente, antes de la exigente triple escalada al Monte di Ragogna (2.8 km a 10.4 de promedio y 16 máximo) en el circuito final.

Dos corredores, Tratnik y Matteo Boaro, atacaron y se hicieron con un margen que superó los once minutos sobre el grupo, que se desinteresó de los líderes y gestionó los ritmos de cara a las próximas, exigentes pruebas.

Fue Tratnik, un escalador más preparado que Boaro, quien buscó gloria con un ambicioso ataque a casi cuarenta kilómetros de la meta de San Daniele, perseguido por Boaro y por un grupo de seis corredores a unos cuarenta segundos.