El Barcelona venció 3-0 a Eibar con tres goles de su tridente ofensivo, y no tuvo demasiados problemas para sumar tres puntos.
Los primeros minutos del partido fueron lo contrario de lo que le gusta a Mendilibar, con el Barcelona tocando y rompiendo con facilidad la línea de presión adelantada del Eibar.
Poco a poco, los locales se fueron reencontrando con su juego, y pese a no gozar de ocasiones claras, lograron su objetivo de meter al Barcelona en su campo, con centros al área y jugadas a balón parado.
El que perdona a un equipo como el culé lo acaba pagando, y así llegó antes del primero cuarto de hora el tanto del francés Antoine Griezmann, que definió de manera brillante un pase largo de su compatriota Clément Lenglet.