Por: Alberto Camilo Blanco Jiménez
De la calle pasaban al campo a formar parte de los poderosos oncenos que se armaban por aquellas calendas y los más sobresalientes eran llamados sin padrino alguno, además, no lo necesitaban a las selecciones Departamentales donde por supuesto brillaban con luz propia, por el altísimo nivel técnico y físico, adquirido en las arenas de la urbe y las canchas. Allí radicaba entre otros fundamentos las fortalezas de Magdalena en los mencionados campeonatos Nacionales.
Esos memorables momentos de esparcimiento, se dieron en el tiempo entre los años 55 y 65 y en el espacio tomemos por ejemplo al barrio “Pescaito”. Allí se armaban líneas entre los “pelaos” de las calles cinco y la seis integrada por Pedro Vásquez, Manuel Manjarrés, bautizado más tarde como “maracaná”, entre otros, contra la siete y la ocho conformada por Reyes Henríquez y su hermano Alfredo, conocido popularmente como “Jurel”, Getulio Brugés quien tiempo después se convertiría en un formidable boxeador, Luis Roys, Leo Hernández, “Tronquito” Hernández.
Leer también: Falleció Pedro Vásquez, exjugador samario y campeón con Unión Magdalena en 1968
La mayoría de ellos se convirtieron en grandes valores de selecciones Magdalena y el Unión. De ese cotidiano ejercicio callejero saltaban a los campos con unas altísimas calidades, uno de ellos verbigracia, Pedro Vásquez Rosette (QEPD) dio un salto triple de la calle a la cancha de la “castellana” y cayó a los trece años como portero en el “Cúcuta Deportivo”, dirigido por el recordado Efraín Yánez (Pin) que participaba en el torneo organizado por la Federación de fútbol de “pescaito”, del Maestro Juan Maiguel D`Osuna . Después siguieron de esos jugadores callejeros por mencionar uno, Reyes Henríquez. En el año de 1958, producto de esas grandes figuras, obtuvo este equipo el título en ese exigente campeonato.
A manera de homenaje póstumo, recordemos la historia de sus inicios de Pedro Vásquez, quien paso del Cúcuta de PIN, al fortísimo equipo de Bavaria, llevado por el insigne Eduardo Dávila Riascos. En este torneo de primera categoría, tuvo que soportar como portero obviamente las arremetidas ofensivas de los mejores futbolistas de la época, que actuaban en Ferro talleres, Scotland, el Liceo Celedón, Termarit, Licorera, entre otros equipos de ese formidable torneo.
Después da el salto al profesionalismo con el Unión Magdalena , donde juega tres partidos oficiales como portero, gracias a la opción que gentilmente le brindó “ Kico” Ovalle a instancias del entrenador Uruguayo Ricardo Díez – el popular zorro plateado-, después oficio como defensor , en el instante en qué, en un entrenamiento faltó un jugador en la zaga central y Pedro Vásquez, que aprendió a jugar en esa posición en los intercalles de “Pescaíto”, se ofreció a cubrir ese puesto y fue tan notable su desempeño, que debutó como central en el año de 1964 contra el Tolima, ante el retraso de Rolando Serrano , en llegar al sitio de concentración. Unión ese día gano 4 por 0. Ezequiel Pérez también debutó e hizo dos goles. De ahí en adelante se quedó como defensor central para siempre.
En 1965, cuando llega el Brasilero Santos Cristo, a la dirección técnica, le sigue dando la confianza y lo apoya como central al lado de Antonio Evanil “Coronel “un defensor de categoría. Al paso del tiempo se consolidó como titular y capitán en el Unión del 66. En este año, es llamado por César López Fretes a la selección Colombia que participó en la Copa América de 1966, después Cobo Zuluaga lo convoca a las eliminatorias de México 70. Es campeón con el equipo Samario en 1968. En 1970 pasa al Junior donde se consagra como profesional del fútbol.
Luego de la muestra grandiosa de la vida deportiva de Pedro Vásquez Rosette, queremos dar testimonio de la grandeza del inmortal Pedro Vásquez, incluso como entrenador de la primera C, donde fue artífice para que el Unión ganara esta categoría. Paz en su tumba y su gesta deportiva permanecerá viva en la memoria histórica del fútbol Samario.