Bernal-Froome, el duelo entre el pasado y el futuro

Deportes - Nacional
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Froome tiene como principal argumento su veteranía y su perspectiva de ganar el quinto Tour, algo que le motiva para recuperarse de las lesiones múltiples que sufrió en junio pasado durante la Duphiné.

Todo está en el equipo Ineos. La formación que dirige Dave Brailsford tiene las dos mejores bazas para ganar el Tour de 2020, cuyo recorrido fue presentado este martes en París, pero tiene que decidir a qué carta apuesta, la del joven colombiano Egan Bernal o la del veterano británico Chris Froome.

El ciclista de 22 años representa "la generación de jóvenes que quiere tomar el poder", en palabras del director del Tour, Christian Prudhomme, frente a un Froome que, a sus 34 años, pelea por recuperarse de una dura lesión y optar a su quinta corona en la ronda gala.

La perspectiva de situarse al nivel de Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain es demasiado jugosa para el ciclista británico, que lleva ya dos años sin ocupar el primer escalón del podio de París y que pelea contra el paso del tiempo para abrir las puertas del parnaso de los pentacampeones.

Frente a su apuesta por la leyenda figura un joven colombiano al que todos los observadores auguran un palmarés brillante como apunta su precocidad, la del más joven vencedor del Tour desde la Primera Guerra Mundial.

Dos trayectorias distintas

Son dos trayectorias que se cruzan en el seno de un mismo equipo, el Ineos, que, además, cuenta con otras bazas: el británico Geraint Thomas, vencedor en 2018 y segundo este año, que no quiere que su palmarés se detenga; y el ecuatoriano Richard Carapaz, recién llegado al club con el pasado Giro de Italia bajo el brazo.

Con el telón de fondo del recorrido de 2020, muy montañoso y con una cronoescalada en las rampas de La Planche des Belles Filles como jueza última la víspera de llegar a los Campos Elíseos, el equipo Ineos contuvo el aliento ante sus posibilidades.

Bernal, que por ser el último ganador tiene derecho de tienta, no cerró la puerta a disputar el Giro de Italia, un país por el que siente predilección pues le acogió cuando llegó a Europa.
El británico sabe que todo depende de que su estado de forma vuelva a ser óptimo y, en caso afirmativo, sus opciones de liderar el mejor equipo del continente serán reales.