Por Harinton De Armas Redacción de EL INFORMADOR
Una verdadera situación de desorden se vivió en la mañana de ayer en la cárcel Rodrigo de Bastidas, cuando decenas de reclusos decidieron fomentar un motín para reclamar la mala atención en la parte de salud y alimentación que se viene presentando en el centro carcelario.
El amotinamiento
A las 10:00 de la mañana de ayer decenas de reclusos se rebelaron contra los funcionarios y guardianes del Inpec, varias colchonetas fueron quemadas y por tal razón se llamó al Cuerpo de Bomberos de Santa Marta, quienes hicieron presencia al centro penitenciario. Minutos después llegaron 200 hombres de la Policía, quienes cercaron el perímetro de la cárcel para evitar que hubiese fuga de presos.
Gases lacrimógenos fueron lanzados por personal del Inpec, para tratar de controlar la situación, sin embargo, está acción en vez de apaciguarla la complicó más.
Los reclusos quienes se encontraban en sus celdas, rompieron las paredes y salieron generando caos total dentro del penitenciario.
Dos heridos
Luego de la asonada dos guardianes del Inpec fueron sacados, y subidos a una ambulancia, los funcionarios presentaban heridas y fueron conducidos a una clínica de la ciudad de Santa Marta.
Llegó el Defensor del Pueblo
A las 10:45 arribó a la cárcel Rodrigo de Bastidas el Defensor de El Pueblo, Alfredo Luna Páez, quien manifestó que hace cuatro meses recibió un derecho de petición por parte de los reclusos donde enfatizaban que estaban siendo violados en sus derechos humanos.
Luna Páez, ingresó al interior de la cárcel para dialogar con los presos, pero no se pudo llegar a ningún acuerdo.
A la salida manifestó a EL INFORMADOR, que la situación que se presentó en el centro carcelario viene desde hace cuatro meses atrás y que la Defensoría del Pueblo ha recibido varias tutelas a nivel nacional.
"En el Magdalena desde hace cuatro meses se viene presentando una deficiencia en el servicio de salud por parte de la EPS de Caprecom, si bien es cierto que en un principio este servicio la manejaba el propio Inpec, y la razón del que se le quitara fue por la ineficiencia en la calidad del mismo servicio, y el gobierno nacional decidió quitarle el servicio de la salud al Inpec y otorgárselo a Caprecom. En un principio se hizo bien pero de un tiempo para acá comenzaron las deficiencias, la falta de medicamentos, la no atención medica, fueron los detonantes que ocasionaron la situación que se vivió" dijo Luna Páez.
Caprecom
EL INFORMADOR, habló con el director Territorial del Magdalena Caprecom, César Rincones Sánchez, quien manifestó y reconoció que hay falencias en la prestación del servicio de salud.
Sin embargo, anotó que ayer en la tarde se reunió con la Secretaria de Salud Distrital y el Grupo de Aseguramiento, para definir las acciones que se van a realizar.
"Me reuní con la Secretaria de Salud, y llegamos a varias conclusiones, para buscar una salida positiva a la problemática que se registró en la cárcel Rodrigo de Bastidas. Dentro de las soluciones está la de realizar una brigada de salud para prestarles la atención a todos los reclusos, además ya se determinó que en un poco más de una semana se le cancelarán los dos meses que se le adeudan a los trabajadores de la cooperativa que contrató Caprecom para que prestara el servicio en la cárcel Rodrigo de Bastidas", dijo Rincones Sánchez.
380 policías cercaron las principales salidas
El comandante de operativo de la Policía Nacional, coronel Edwan García, dijo que el operativo para apoyar al Inpec, en la seguridad alrededor de la cárcel se utilizó 380 efectivos de la Policía Nacional.
"Utilizamos 380 hombres para reforzar la seguridad a las afueras del centro carcelario, tengo conocimiento de que el motín fue controlado por los uniformados del Inpec" expresó García.
Los familiares
A las 11:00 de la mañana comenzaron a llegar los familiares de los distintos presidiarios, quienes expresaron a los medios de comunicación su preocupación y angustia con respecto a lo que estaba sucediendo al interior de la cárcel. La situación se complicó más cuando los familiares de los reclusos se percataron como los guardianes del Inpec, lanzaban gases lacrimógenos para apaciguar la situación.