La esmeralda más grande del mundo, de 11.000 quilates (unos 2,2 kilogramos), se exhibe en Colombia por primera vez desde que fue descubierta hace doce años.
La piedra se exhibe tal y como se encontró en las entrañas de la tierra y, según Soto, "ni se ha tallado ni se va a tallar".
La esmeralda fue hallada en las montañas de Muzo, departamento de Boyacá, junto a otra esmeralda más pequeña, de 2.000 quilates, pero de mayor calidad.
En las montañas de Muzo existe una leyenda indígena que involucra a Fura y Tena, los hijos de dos caciques muiscas habitantes de esos parajes, que se enamoran en contra de la voluntad de sus familias, porque pertenecían a tribus enemigas.
Tras un desencuentro amoroso, Tena muere y, según la mitología, los dos amantes se transforman en ríos y montañas de esmeraldas, ante el llanto de Fura.
Por ese motivo, la empresa Coexminas, dueña de la esmeralda más grande del mundo y de la más valiosa, decidió bautizar a las piedras como Fura y Tena, respectivamente.
Minergemas espera exhibir las dos piedras preciosas alrededor del mundo para consolidar a las esmeraldas colombianas como una marca de prestigio y calidad internacional.
Las exportaciones de esmeraldas colombianas rondan los 120 millones de dólares anuales promedio, según Minergemas.
La Federación Colombiana de Esmeraldas (Fedesmeraldas) calcula que Colombia abastece al 55 % del mercado mundial de esmeraldas.