Un pez remo de 3,2 metros llegó a la costa de la bahía de Toyama, mientras que un pez remo de 4 metros se enredó en una red de pesca en el puerto de Imizu en Japón.
El pez remo esquivo vive entre 200 y 1.000 metros de profundidad y se caracteriza por la piel plateada y las aletas rojas. Tradicionalmente conocido como “Ryugu no tsukai” en japonés, o el “Mensajero del Palacio de Dios del Mar”, la leyenda dice que se amontonan en las costas antes de los terremotos submarinos.
Los científicos disputan tales afirmaciones. “No hay ninguna evidencia científica para la teoría de que los peces remo aparezcan por grandes terremotos, pero no podemos negar 100% la posibilidad”, dijo Kazusa Saiba, guardián del acuario de Uozu.
El mito del pez remo como precursor de la destrucción ganó algo de tracción después del terremoto de Fukushima en 2011 y el posterior tsunami que mató a más de 20.000 personas. Al menos una docena de peces remo habían llegado a las costas de Japón el año anterior al desastre, según Kyodo News.