Venta de bolívares en semáforos de Santa Marta

Geinerson Nieto Gutiérrez, ofrece bolívares a cambio de monedas colombianas.

#MiraMiRed
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Algunas personas de nacionalidad venezolana han implementado esta práctica en la ciudad.

Por: César Barrera
Redactor de EL INFORMADOR

 “A la orden los bolos”: es la frase que escuchan los samarios y ciudadanos que transitan diariamente por los semáforos de la avenida del Libertador con entrada al barrio Galicia y Bastidas.

Geinerson Daniel Nieto Gutiérrez, quien tiene 21 años y es proveniente de Cabimas, ciudad venezolana ubicada en el estado Zulia, cerca de Maracaibo, junto con tres amigos, vive del ‘rebusque’; limpiando vehículos con ‘trapitos’, vendiendo agua y entregando bolívares a cambio de monedas. “Esto no alcanza para nada, por eso los ofrecemos y recibimos cualquier monedita a cambio”, aseguró.

“Los vendo para rebuscarme, pagar el arriendo y llevarle comida a mi familia”, expresó Nieto en diálogo con EL INFORMADOR. Lleva seis meses en Santa Marta, y dice que le toca “sudar como un loco” para poder subsistir. ¿Por qué llegó a esta ciudad? Por el común denominador de los demás migrantes: la crisis económica en su país. “La difícil situación me obligó a venir hasta acá”, explicó.

En medio del sol, con camiseta de manga larga, gafas y a veces una gorra, se ubica desde tempranas horas del día en un punto estratégico de la ciudad, donde dice que le va bien; la avenida del Libertador, justo en frente del centro comercial City Mall, situado en la entrada de Bastidas. Allí trabaja hasta que llega la noche.

“Llevo seis meses aquí retorciéndome la vida, sudando como un loco. Trabajo en lo que salga; albañilería o vendiendo agua. Este es mi punto, el mejor, el que da la plata. También limpio los vehículos con trapitos. Gracias a Dios me va bien, diariamente me puedo quedar con $30.000 o $40.000 pesos, pero eso sí, toca sudarla honradamente”, concluyó Geinerson.

A pesar del rechazo que recibe por parte de algunas personas, complementa que los samarios le han colaborado por su buena disposición para medírsele a cualquier labor, eso sí, de forma leal. La oferta de los venezolanos incluye billetes de 10, 20 y 50 bolívares, aunque, el “que más piden” es el de 100.

¿Qué hace la gente con los bolívares que le ‘compra’?

Buena pregunta: quedan para el recuerdo y la colección, porque tienen muy poco valor.