Aznavour deja huérfana la canción francesa

Charles Aznavour durante una actuación en la sala de conciertos de Heineken, en Amsterdam (Holanda) , el 13 de diciembre de 2018.

Música
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París, 1 oct (EFE).- La canción francesa quedó ayer huérfana con el fallecimiento de Charles Aznavour, a los 94 años y más de 70 en los escenarios, con los que mantuvo un idilio que prosiguió casi hasta su último suspiro.

El éxito tardío, que no le llegó hasta los 36 años, se prolongó hasta el final. De hecho, su muerte se produjo nada más regresar de una gira por Japón, cuando recuperaba fuerzas para lanzarse a otra serie de conciertos, que eran el oxígeno que le mantenía con vida, según confesaba en sus últimas entrevistas.

Bruselas iba a ser su próxima cita con el público el próximo día 26, antes de volver a París y a una mini-gira por Francia.

Aznavour se paseaba en los últimos días por Mouries, la localidad del sur del país donde desde hace 30 años tenía una gran propiedad en la que pasaba largas temporadas. De allí salió a comer el pasado viernes y saludó a los habitantes, acostumbrados a su compañía amable.

Allí estuvo prácticamente todo este verano, cuando se fracturó el brazo en una caída, lo que le obligó a suspender varios conciertos, una cura de descanso que le volvió a dejar listo para el trabajo.
Pero no ha podido seguir cumpliendo con sus compromisos por una muerte cuyas causas no se conocen con precisión, y por eso la Fiscalía ha encargado su autopsia que se va a realizar mañana en Nîmes, aunque ya de entrada se descarta cualquier carácter sospechoso.

Su fallecimiento se ha convertido en tendencia mundial en Twitter, red social en la que han expresado su dolor el primer ministro armenio, Nikol Pachinian, la Asociación por la Memoria Armenia o el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.




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