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Por las propiedades que conservan de los granos enteros, como semillas de trigo, maíz, centeno, avena, arroz y cebada, los productos 100% integrales son catalogados como alimentos que están en capacidad de contribuir a prevenir problemas de salud, relacionados con la digestión y el corazón.
Lo anterior se debe a las cantidades que contienen de fibra, antioxidantes, nutrientes y vitaminas como la E, las cuales ayudan a disminuir el colesterol y la hipertensión arterial.
Para obtener estos beneficios, los nutricionistas recomiendan que a la hora de comprar alimentos, se comprueben que estos sean 100%integrales y no simplemente parciales. En el pan empacado, por ejemplo, es importante verificar que en la tabla de nutrición exista un alto contenido de fibra, proteína, vitaminas, y que, cuenten con el sello de la máxima autoridad en materia de granos enteros, el Whole Grain Council (WGC).
Así las cosas y una vez se realice esta verificación, las personas podrán empezar a gozar de los cuatro beneficios principales de consumir alimentos 100% integrales, según los nutricionistas.
1. Óptima salud intestinal
Evidencias científicas confirman que algunos componentes de los granos enteros que se conservan en alimentos integrales, tales como fibra, almidones resistentes y oligosacáridos, estimulan las defensas del cuerpo, mejoran la salud gastrointestinal y previenen infecciones e inflamaciones en el estómago.
2. Un corazón con fuertes latidos
Los expertos afirman que el consumo de granos enteros ayuda a disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a que los alimentos con estas propiedades, disminuyen el colesterol sanguíneo y generan efectos positivos en la disminución de la hipertensión arterial.
3. Un peso corporal indicado
El consumo de al menos 3 porciones de granos enteros contribuye a mantener en el punto ideal el Índice de Masa Corporal (IMC), generando una mayor sensación de saciedad al comer y reduciendo el consumo de energía y acumulación de grasa abdominal.
4. Previenen la diabetes
El alimentos 100% integrales, contribuyen a controlar los niveles de glucosa sanguínea. Existen estudios que demuestran que reducen la producción de insulina, lo cual genera un mayor control glicémico, para quienes que son propensos a padecer diabetes.