Hablando con Dios
Padre Dalton Reyes
Lectura del santo evangelio según san Lucas (7,11-17):
En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba.
Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: "No llores."
Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: "¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!"
El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: "Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo." La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y por Judea entera.
Palabra del Señor
El hijo de la viuda de Naim es uno de los testimonios más hermosos de la misericordia divina, la viuda sólo tenía a su hijo, no tenía a nadie más, con su muerte había entrado en la tristeza total, hasta me atrevería a decir en una desoladora depresión, en ese extraño lugar del alma humana donde parece q no hay ninguna esperanza, abandonado por todos, aunque rodeados de muchos.
Nuestra vida no está exenta de un momento así, desierto espiritual le llamamos, donde los ataúdes de nuestras amarguras nos arrastran a un inexorable sepulcro de unos muertos que aún viven, que vagan como inertes autómatas sobre las calles de nuestra ciudad. ¿Existe esperanza? Claro q si, se llama Jesús.
En la vida de la viuda es el que llega inesperadamente a su vida y le devuelve la existencia a ella y a su hijo, la verdadera vida cabe decir. Sólo basta el toque de Jesús, el dejarse tocar por El, nos devuelve todas las esperanzas, nos da el aliento para continuar a pesar del cansancio cotidiano. A pesar de problemas y sin sentidos de la vida, haz de este día, el oportuno para dejarte tocar por Dios, de este modo tu vida será impactada por el amor de Dios.
