Samarios continúan donando en pro de los adultos mayores

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La comunidad samaria continúa haciendo sus aportes a la campaña "Por un abuelo feliz". A partir de hoy a esta iniciativa que nació por parte de los estudiantes de noveno y décimo semestre de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Sergio Arboleda dentro de un proyecto de aula, se suman las supertiendas Rapimercar del Rodadero, Mercado y Troncal del Caribe, colocando un granito de arena a la responsabilidad social compartida que cada empresa debería tener en pro de la comunidad Samaria y en general.

De ahora en adelante, los clientes al realizar sus compras podrán depositar una parte de sus recursos en cualquiera de las alcancías ubicadas en las 35 cajas registradoras y las cuales contribuirán a la disminución de las necesidades de los 62 abuelos del asilo Sagrado Corazón de Jesús de Santa Marta.

La campaña que desde su inicio ha contado con el aporte de empresarios y voluntarios que han sido consientes de las necesidades de los abuelos, le han dado un rotundo espaldarazo a la iniciativa liderada por la docente Marta Isabel Pinedo y todo el equipo de Proyección Social de la Universidad Sergio Arboleda de Santa Marta.

La recolección en los supermercados hace parte de las estrategias desarrolladas desde el pasado mes de marzo por la docente y sus estudiantes. "Dentro de la aula de clase, hemos visibilizado las necesidades de los adultos mayores y ha sido muy grato contar con el apoyo de empresarios de Santa Marta que se han puesto la mano en el corazón por el bienestar de los ancianos", manifestó la docente Pinedo.

Dentro de las actividades realizadas, también estuvieron la recolección de alimentos por semana, logrando de esta manera que la comunidad universitaria y los ciudadanos realizaran aportes de elementos de aseo como detergente, cuchillas de afeitar, alimentos como arroz, frijol, enlatados, entre otros.

"Por un abuelo feliz", es el lema de la campaña que ha llevado sonrisas durante semanas a estos maravillosos seres humanos y que con la ayuda de las voluntarias de Protecho pudieron percibir la problemática por la que actualmente enfrenta el asilo de ancianos de nuestra capital.

Con las alcancías, que estarán ubicadas durante todo el año se tratará que los samarios que no han podido hacer sus aportes lo hagan y se comprometan a contribuir constantemente con la disminución de las necesidades básicas de nuestros adultos mayores.