Evangelio según San Lucas 17,1-6.En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona!
Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: 'Me arrepiento', perdónalo".
Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe". Él respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', ella les obedecería.
Reflexión: Jesús nos da tres normas de conducta. La primera es evitar el escándalo. Se llama escándalo a todo tropiezo en el camino de la fe, a todo aquello que induce al mal, al pecado. Las víctimas más directamente suelen ser los débiles o pequeños en la fe. La segunda es la necesidad de perdonar al hermano. Cualquier error del hermano debe provocar reacciones en busca de medios para ayudarle. Así es la misericordia de Dios: sin límites para el perdón en clima de amor y comprensión. No hay perdón posible sin amor. La tercera es crecer en la fe, porque si usamos la fe con toda decisión, por muy pequeña o poco desarrollada que esté, irá creciendo y fortaleciéndose. Cuando se usa bien la fe, ella desencadenará el poder de Dios.
