Despedida a la Gloria de Dios del doctor Luis Rafael Rodríguez Manjarrés

Luis Rafael Rodríguez Manajarres (Q.e.p.d.).

Actualidad
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Por: Rafael Esteban Rodríguez, madre, hermanos y sobrinos.

Lucho:

Te fuiste dejando un vacio muy grande en nuestros corazones, estamos llenos de tristeza porque esta es la prueba de amor mas difícil que nos depara la vida, amar y entregarle al Señor un hijo, un hermano, un esposo, un padre, un abuelo, un tío y un amigo.-

Saber que hoy hermano de mi alma estas en la Gloria de Dios, acompañando a nuestro padre Rafael Calixto Rodríguez Iglesias, quien por más de cuarenta años estuvo solo, nos deja un poco de tranquilidad y nos da fortaleza para continuar y acompañar a nuestra amada viejita linda, nuestra madre Luisa Matilde, a tu esposa Sofía, a tu hija Angélica y a tus nietos Isabel y Matías.

Me atrevo a asegurar en nombre mío Rafael Esteban y en el de mis hermanos Ana Isabel, Iván José, Elizabeth María, Luisa Matilde y Luz Stella, que te amamos y agradecemos por ser nuestro hermano mayor, por enseñarnos valores como esa rectitud que te caracterizaba y que hoy nos ha ayudado a ser los hombres y mujeres que somos.-
Gracias hermano por cada consejo, cada risa y cada momento a tu lado, que hoy atesoramos en nuestras mentes y corazones para recordar que esto no es un adiós, es solo un hasta luego, que somos afortunados de haberte tenido en nuestras vidas y que te amaremos hasta el día que nos volvamos a encontrar en la Gloria de Dios.-

En mi caso particular, fuiste mi hermano, mi padre, mi amigo, mi confidente y mi maestro, contribuiste como legado en mi formación profesional, y quiero decirte que fue todo un honor ser tu hermano y tu discípulo en el derecho. Gracias hermano mío por confiar en mí y gracias le doy a Dios por permitirnos en vida, crear un vinculo profesional y compartir juntos este amor y esta pasión por la profesión que nuestro padre tanto amó y hoy les prometo a los dos continuar con orgullo y fortaleza nuestro legado.-

Lucho como te decíamos de cariño, esto es solo un hasta luego, jamás un adiós. Tu cuerpo se fue pero seguirás vivo en nuestros corazones, en nuestros recuerdos, y en cada paso sentiremos tu amor, pero te dejamos ir en paz, que seas feliz en los brazos de nuestro Señor y que nos acompañes a nuestro padre.-

Nos duele mucho tu partida, y no existen palabras para describir nuestros sentimientos, solo podemos decirte cuanto te amamos y cuanto te vamos a extrañar, aceptando la voluntad del señor y pidiéndole nos de la fortaleza necesaria para seguir adelante sabiendo que tenemos un ángel maravilloso en el cielo.-
Gracias por ser un gran hijo, un gran hermano, esposo, padre, abuelo, tío, cuñado y amigo.-
Ojala pudiera devolver el tiempo para darte un último abrazo, y decirte que te amo y te extrañaremos… buen viaje hermano a la Gloria de Dios Padre.