Más de 10 años tuvo que esperar Aura Andrade para volver abrazar a su hijo… no importó cuantas veces se arrodillo o lloró hasta que recibió un gran milagro.
Nadie entiende el dolor de perder un hijo, hasta que lo vive en carne propia, así empieza la historia Aura Andrade; quien narra que hace 10 años producto de la separación de ella con su esposo perdió también a su hijo.
“Fueron varios años que desesperada buscaba la forma de que mi hijo me perdonara por haber decidido separarme del padre de él, por no aguantar el maltrato que recibía y que nadie se daba cuenta” dijo Andrade.
Un 10 de Mayo del 2000 se encontraba en lo que hoy conocemos como el parque del barrio La Ciudadela, una señora se le acerco y la miro a los ojos y le regalo una imagen de la Inmaculada Concepción y le dijo que pidiera con Fe y más fervor que los milagros se hacen realidad. Es la hora y esas palabras siguen causando emoción en la vida de Aura Andrade quien es testimonio.
“Como aquella señora que me dijo, volví a creer que mi hijo regresaría a mí, cada día era una oportunidad para pedirle de rodillas a la Inmaculada que me regresa a mi hijo que era el producto de amor entre dos personas, y le hice la promesa que si eso pasaba serviría a la comunidad y llevaría su palabra de aliento a los demás. Desde ese año 2000 sentía que mi vida volvería a sonreír, un año después por obras de la vida y de mi propia Fe mi hijo volvió a mis brazos pidiéndome perdón por no comprender lo que sucedía en aquel entonces” anexa Andrade.
“Hoy los dos somos testimonio de la Inmaculada y sobre todo somos llevaderos de la pablara de Dios a las personas más necesitas de la ciudad. Para esta época decembrina realizamos actividades en un cerro ubicado en la parte de atrás de los Trupillos, llevamos regalos comida y sobre todo mensaje de amor para todos”.
