El pelo para las mujeres simboliza una parte de la feminidad que las representa, por ello el conservarlo ayuda a los buenos estados de ánimo.
Por Lala Esmeral Muñoz
Periodista EL INFORMADOR
El cáncer de seno, es una enfermedad que golpea de manera directa no solo la salud de la mujer sino también su autoestima, puesto que compromete y afecta una de las partes que hace que la figura de la mujer resulte más armoniosa como lo es las glándulas mamarias, sin embargo una vez iniciado el tratamiento para combatirla, esta afecta otros aspectos que causan impactos más grandes.
Lo primero que se le viene a la cabeza a una mujer cuando es diagnosticada con cáncer de seno es: ‘se me va a caer el cabello’, ‘me voy a quedar calva’ o ‘voy a perder todo mi pelo’, y no es para menos, es que el pelo en una mujer es símbolos de feminismo, belleza, salud y sobre todo seguridad.
Sin embargo, y como lo explica Isbelia González Lapeira, psicóloga de la Fundación Gloria Latorre y del Centro de Oncología de la Clínica Mar Caribe, “el pelo para una mujer es tan importante puesto que está directamente relacionado con la parte emocional, perder el cabello les afecta más que escuchar por parte del mastólogo ‘usted tiene cáncer’”.
“Las mujeres diagnosticadas con cáncer, que inician su tratamiento y a raíz de esto se les comienza a caer el pelo, pueden ver afectada su autoestima, pierden el autocontrol, pierden la capacidad de afrontamiento, pierde su adaptación, y el proceso de aceptación y asimilación es un poco más duro” apuntó la psicóloga.
Es importante, según lo señala la psicóloga que al iniciar su tratamiento contra la enfermedad, la paciente se rodee de un equipo integral, no solo con el oncólogo, sino también con la psicóloga que la pueda orientar y dar ánimos para afrontar cada uno de los momentos que vivirá a lo largo del tratamiento.
“Muchas mujeres después de su primera o segunda quimio se les comienza a caer el pelo, esto resulta realmente impactante para ellas, o verse al espejo por primera vez sin cabello, por eso nosotros como profesionales debemos apoyarlas e ilustrarlas sobre los cambios físicos que se darán en su cuerpo, de manera especial la pérdida del cabello” indicó la doctora Isbelia.
Importante el uso de la peluca o un turbante
La peluca o el turbante se han vuelto elementos muy importantes en el proceso de aceptación, asimilación y afrontamiento de cada una de las etapas que deben vivir las mujeres que están en el proceso de tratamiento, ya que no es un pérdida paulatina, sino que el pelo se cae a grandes cantidades en poco tiempo.
“Las mujeres somos muy vanidosas con nuestro pelo, nos gusta peinarlo, cortarlo, pintarlo, acariciarlo, nos sentimos bellas luciéndolo, por eso cuando se afronta una pérdida de esta magnitud el impacto es sumamente negativo y causa una gran depresión en las pacientes, por eso es importante contar con el apoyo de los familiares” indicó González Lapeira.
El uso de la peluca, de un turbante, de una boina, una gorra, una pañoleta, son elementos que les devuelven la seguridad a las mujeres y es importante que entiendan que pueden usar el que más les guste, con el que mejor se sientan, lo más relevante es que recobren esa seguridad con la que puedan enfrentar cada etapa.
“La peluca es una máscara”: Roxana Santrich
Roxana Santrich es una mujer sobreviviente de cáncer de seno, hace cuatro años le detectaron esta enfermedad y desde ahí inició su lucha para superarlo, gracias al acompañamiento de la fundación Corazón Rosa, que a través del programa ‘Belleza integral’, usó por primera vez una peluca en su proceso.
“Esto no fue nada fácil para mí, siempre he sido, soy y seré una mujer muy vanidosa, por eso al momento de perder mi cabello realmente fue muy duro e impactante, recuerdo que estaba en el baño sola cuando vi cómo se me caía el pelo fue algo realmente doloroso, yo lloraba, gritaba, incluso me golpeaba contra la pared porque no lo aceptaba, gracias a la muchacha que trabajaba conmigo ella entro y logró calmarme” contó Roxana recordando ese duro momento entre lágrimas.
Asimilar la pérdida del cabello, para una mujer no es fácil, a Roxana Santrich le costó mucho aceptarlo, puesto que su pelo era largo, rubio, liso, lo que la hacía lucir bella y de un momento a otro perderlo, sin embargo fue gracias a un retiro, un encuentro con Dios que pudo aceptar su situación y lucir pelucas con diferentes estilos la hizo sentir mejor.
“Al principio me costó mucho, usaba las pelucas, pero aun así sentía que no era yo, fue algo que paulatinamente se fue dando, poco a poco fui dejando de usarlas porque sentía que era como una máscara que no me permitía ser yo, veía a otras mujeres lucir su calva se veían bellas, pero yo no me sentía así, luego lo fui aceptando lo asimilé y lo hice, deje de usar esas máscaras fui yo y hoy en día ya superado el cáncer tengo mi pelo largo, más lindo de lo que lo tenía y estoy feliz por haber superado esa prueba, cáncer no es sinónimo de muerte, cáncer es vida” indicó Roxana Santrich.
Condiciones para donar el pelo
- Debe donar mínimo 20 centímetros.
- Cuando lo corte, intente hacerlo con varias trenzas para optimizar la cantidad de pelo que donará. Lo mejor es hacerlo con su peluquero de confianza.
- Una vez cortada la cola de caballo que donará, no la peine ni la lave.
- Debe entregarlo limpio, seco y cogido en ambas puntas con un caucho.
- El pelo puede estar tinturado, pero no es recomendable.
- Si plancha su pelo a diario no será tan útil la donación porque en el futuro la peluca se desgastará rápidamente.
- No importa si su cabello es rizado, liso u ondulado. Todos sirven.