La educación es el mejor camino para atacar el problema de la contaminación de raíz y hacerlo de manera llamativa, artística y didáctica, la forma más adecuada.
Samarios sí podemos y EL INFORMADOR se unen para dar a conocer la obra del artista Carlos Vallejo, la cual está conformada por figuras de metal en forma de pez, tiene como propósito educar a la sociedad samaria sobre el peligro del plástico y apoyar soluciones como el reciclaje.
El próximo martes 20 de febrero a las 5:00 de la tarde en las instalaciones del periódico EL INFORMADOR de Santa Marta, el artista Carlos Vallejo presentará su proyecto Basurarte y el propósito ecológico y pedagógico del mismo.
Con esta iniciativa el artista espera tener un impacto en la educación ambiental de unos 50 colegios de la ciudad en los próximos meses.
Vallejo también instalará “la mojarra Basurarte”, una escultura hueca de metal con forma de pez para que los empleados y los transeúntes recolecten botellas plásticas. Luego, una industria o compañía que recicle PET (tereftalato de polietileno) recogerá las botellas, con el objetivo de reducir la contaminación que causan estos objetos en la ciudad.
Durante la instalación, Carlos llevará a cabo una charla con los asistentes, entre ellos integrantes de Samarios Sí Podemos, directivos de EL INFORMADOR, funcionarios de Cotelco y recicladores de Santa Marta.
¿En qué consiste Basurarte?
Por medio de la creación de peces de metal de gran tamaño, diseñados a partir de las especies endémicas de la región, Vallejo busca sensibilizar sobre la diversidad marina que está en peligro, crear un sentido de pertenencia frente a los ecosistemas y, de paso, recoger basura en las esculturas, visibilizando, además, la cantidad de botellas que utilizamos una sola vez y que van a parar al mar.
Con solo ver el estado del Río Manzanares, o de las playas de la samaria luego de una jornada de turismo intenso, queda claro que la ciudad, tan importante y hermosa, está en el epicentro de la catástrofe.
Para Vallejo la educación es el mejor camino para atacar el problema de raíz y hacerlo de manera llamativa, artística y didáctica, la forma más adecuada.
“Con el recurso pedagógico de los peces, Basurarte sembrará en Santa Marta una semilla de amor por los animales y por la vida”, dice el artista. “Además, se fortalecerá el respeto y la solidaridad que merecen las buenas prácticas ambientales”.
Basurarte nace como una reacción del artista a esa “catástrofe” de la contaminación con basura plástica, que las Naciones Unidas destacó en 2011 como uno de los peores problemas ambientales de la humanidad, una realidad que también afecta al Caribe y a la capital del Magdalena, tanto en sus playas como en sus ríos y poblaciones cercanas.
¿Cuáles son los retos de Basurarte?
En una primera etapa, Basurarte busca instalar 100 de sus peces de metal en unas 50 instituciones educativas de básica primaria y secundaria de Santa Marta, así como en los barrios en los que se encuentran ubicadas, cubriendo las 9 comunas y 5 zonas rurales de la ciudad.
“El objeto de establecer puntos de acopio, adentro y afuera de los establecimientos, para hacer la selección y la recuperación del material plástico en la fuente”, explica el artista.
Además, cada instalación es acompañada de jornadas artísticas, educativas, de teatro, y de sensibilización sobre el tema de las basuras.
En una segunda etapa, Basurarte seguirá buscando espacios que convoquen a la comunidad a ser parte del proyecto, a conocer las problemáticas que visibiliza y aplicar las soluciones que solo serán posibles a través de la unión de todos los involucrados, incluyendo al gobierno de la ciudad, las universidades, empresas y los samarios.
Incentivar e implementar tecnologías para el tratamiento del plástico, diseño de maquinarias, productos y subproductos del plástico, es también uno de sus propósitos.
Samarios Sí Podemos, apoya a Basurarte en esta etapa de visibilizarían del proyecto y espera que todos los interesados conozcan de qué se trata y se animen a apoyar su labor en el futuro.
100 Son las estructuras metálicas en forma de peces que pretenden ubicar en unas 50 instituciones educativas de básica primaria y secundaria de Santa Marta, así como en los barrios.
