En tan solo unos minutos y sin mucho esfuerzo, un hombre logra la reducción de varias latas de aluminio con su propio procedimiento en la ciudad.
La persona en mención retira de un saco las latas que ha recolectado y las pone sobre la calle para que sean aplastadas por los vehículos que transitan por los sitios que elige para poner en práctica su método, y de esa forma optimizar su tiempo y su desempeño. Posteriormente, cuando ya han sido aplanadas por los carros y motocicletas, las recoge y se las lleva en sus costales para venderlas.
Algunos transeúntes y conductores se imaginan que las calles se encuentran sucias y llenas de basuras, pero se trata del procedimiento ingenioso que utiliza un ciudadano para optimar su trabajo de reciclador.
El sujeto se ‘roba’ la atención de los moradores de los barrios en los que realiza su trabajo cada vez que pone las latas sobre las calles para ejecutar su curioso método de reducción de recipientes de aluminio. Sin embargo, algunas personas afirman que arriesga su vida cuando recoge las latas aplastadas por los vehículos, puesto que se expone a ser arrollado por las motocicletas y automóviles al estar sobre la mitad de la calle.
Por su parte, otros, expresan que afecta la imagen de los sectores en los que trabaja por la cantidad de latas acumuladas sobre la calle de forma temporal.
