En Santa Marta, existe un gremio de personas que se dedica a trabajar la arcilla, representaciones en forma de animales, son los más apetecidos por turistas nacionales y extranjeros.
Para la elaboración de las figuras, lo primero que hace esta artesana es ir a la orilla de los ríos a buscar minuciosamente su materia prima, luego le hace una limpieza, para posteriormente amasarla y empezar a darle trabajar la arcilla. Es un proceso donde las manos se convierten en la herramienta principal de Noraima Montero, en algunas ocasiones se ayuda con objetos que le sirven para resaltar pequeños detalles como los ojos de las tortugas y las plumas de los búhos.
Una vez se ha moldeado la arcilla con la figura deseada, estas permanecen en el sol durante dos días, con el fin de que se seque. Terminado el proceso de secado, las artesanías hechas en arcilla se llevan a un horno por aproximadamente una hora y media, para que el fuego, le dé la firmeza a la arcilla. El toque final es un betún que se utiliza para darle brillo a las artesanías.