Cada sábado un grupo de niños y jóvenes del barrio 11 de Noviembre participa en talleres de formación en valores, teatro, música, danza y circo teatro.
La Fundación Cantores de la Memoria es bien conocida por los niños, jóvenes y padres de familia del barrio 11 de Noviembre en Santa Marta. Desde hace más de un año y medio, cada sábado, se les ve llegar a los maestros de canto, danza, y teatro al colegio del barrio; y tras ellos un séquito de pequeños nuevos artistas que pasan la tarde entre historias maravillosas, nuevos acordes y ritmos.
A partir de este año a la escuela de talentos de la Fundación se la ha unido una escuela de valores, liderada por las profesionales de la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), antes Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR). Quienes mediante actividades lúdicas y talleres comenzaron a trabajar con los niños en temas como el valor del orden, la importancia de convivir en paz, el valor del esfuerzo, las buenas costumbres, las competencias ciudadanas el valor de decir la verdad y la igualdad.
“El proyecto hace parte de la estrategia de la ARN de prevención al reclutamiento “Mambrú no va a la guerra este es otro cuento”, que busca fortalecer las capacidades de protección de la sociedad frente a la vulneración de los derechos de la niñez”, le explicó Ana Carolina Douglas, enlace de ciudadanía de la ARN Magdalena, a los padres de familia de los niños del barrio 11 de Noviembre, durante un evento de socialización del trabajo que se viene realizando con sus hijos.
La Fundación Cantores de la Memoria es impulsada por la ARN, y está constituida por personas reintegradas y líderes de la comunidad, quienes a su vez son víctimas de la violencia. En Santa Marta se han convertido en un ejemplo de reconciliación y en un referente cultural.
Durante 2016 más de 60 niños de esta comunidad se beneficiaron con la formación artística ofrecida por la Fundación, y como resultado del trabajo realizado se produjo la obra “Canto de paz”, un ensamble que combinó las diferentes disciplinas trabajadas y que llevó un mensaje de reconciliación a las comunidades de Santa Marta donde se presentó la obra.
En este 2017 la ARN y la Fundación Cantores de la Memoria siguen trabajando de la mano para llevar sonrisas a los niños de la capital del Magdalena, fortalecer sus destrezas, formarlos con nuevas capacidades y descubrir juntos el camino del arte, la imaginación y la creatividad.