En Colombia, de 100 hipertensos el 50% se diagnostica, pero solo el 40% inicia tratamiento

Las enfermedades cardiovasculares afectan en mucha mayor medida a los países de ingresos bajos y medios

Salud
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Este 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, y en los últimos años, la estrategias a nivel mundial para frenar los problemas vasculares se enfocaron en la prevención. ¿Qué medidas entonces podemos adoptar?

La principal causa de muerte en el mundo entero son las enfermedades cardiovasculares, según la Organización Mundial de la Salud, superando así al cáncer, diabetes, enfermedades respiratoria, entre otras. Por  esto, mediante un consenso mundial, se definió que todos los 29 de septiembre como el día mundial del corazón.

Para señalar la magnitud de las enfermedades cardiovasculares, basta recordar algunas estadísticas más: el 80 por ciento de los infartos de miocardio son prevenibles; el 75 por ciento de los accidentes cardiovasculares se producen en países de bajos ingresos.

Infobae, en su portal web, publicó una entrevista con Leonardo Martínez, doctor que pertenece a un Grupo de Ayuda Médica, el cual se encarga de dictar charlas de reanimación cardiopulmonar, en dicha entrevista, revela tips más que interesantes para el cuidado diario para evitar las enfermedades vasculares.

¿Cuáles son las enfermedades vasculares más frecuentes?

-Las enfermedades vasculares más frecuentes son el infarto agudo de miocardio y el accidente cerebrovascular o ACV. Y las dos están entre las principales causas de mortalidad a nivel mundial.

-En los últimos años, se empezó a hablar de los ACV con mayor frecuencia. ¿Son más recurrentes que en épocas anteriores?

-No, no son más recurrentes. Tenemos más impulso y mejores estudios en esta última década; antes no había tantos estudios ni se los relacionaba con el sufrimiento cardíaco. Lo voy a resumir: cuando se obstruye la arteria coronaria, que es la que irriga el corazón, el corazón empieza a morir. Esto genera lo que conocemos como trombos, pequeños coágulos dentro de las arterias. Imaginemos que en un sistema de agua se filtre un pequeño trocito o corchito que empieza a viajar por todo el sistema. Va a llegar el momento en el que en algún acodamiento o parte del trayecto se trabe. Y eso va a obstruir el paso total del agua. Entonces, cuando uno se va a bañar y abre la ducha, nota que el caudal no es el mismo que cuando se había bañado el día anterior. En un momento, se va a cortar la salida de agua y uno se va a quedar en la bañera enjabonado, mirando para todos lados y buscando una solución.


Todo el cuerpo humano está irrigado por un sistema de cañerías. Cuando hay obstrucción a nivel cardiaco, el corazón muchas veces empieza a sufrir, pero mantiene su automaticidad. El corazón es muy fuerte como bomba. En la relajación, lo que hace es llenarse de sangre; en la compresión, al expulsar la sangre, el flujo sanguíneo se encuentra con el coágulo y lo hace desplazarse. Muchas veces, este coágulo se va al pulmón, o más arriba, y eso tiene que ver con el ACV, que ocurre cuando el coágulo va al cerebro. Un estudio reciente indica que ya existía una asociación entre el infarto agudo de miocardio que provoca un ACV o un accidente isquémico a nivel cerebral, es decir, la falta de llegada de sangre al cerebro. Ahora se le da mucha más importancia y se entiende que, a partir de un infarto de corazón sufrido por falta de oxígeno, también puede producirse un ACV.

-¿Hay hábitos del siglo XXI que contribuyan a la aparición de problemas cardiovasculares?

-La tecnología y la evolución han llevado a que el humano sea más sedentario y dependa más de la informática y las computadoras. Esto conduce a que pasemos muchas horas en una posición que no es la ideal y a que hagamos menos actividad física. Además, hoy hay estresores que antes no existían. El estrés es uno de los causales, el tabaco también. Hay que mencionar la dependencia de fármacos a nivel social: hoy en día, si no podés dormir, lo primero que te da un médico es un fármaco. También influyen en los riesgos ciertos factores externos que no siempre podemos controlar, como los componentes que tienen algunos alimentos: desde mayor materia grasa hasta químicos que desconocemos. A la larga, todo este proceso pasa factura. Para evitarlo, las claves son las pautas de alarma; a mayor edad, mayor cantidad de estudios.

-¿Qué consejos le daría a un ciudadano de a pie para que evite problemas cardíacos?

-Primero que nada, evitar el sedentarismo. Tener una vida lo más sana posible, hacerse controles frecuentes una vez por año después de los 35 años; por la vida que llevamos, la edad para controlarse ha bajado de 40 a 35 años. Apartarse del cigarrillo, ni hablar de las drogas sociales. Algunos piensan que el alcohol es desinhibidor, pero eso no es bueno. Uno piensa que fumar un cigarrillo de marihuana no va a hacer nada, pero afecta el sistema nervioso central y, a la larga o a la corta, trae consecuencias. Y también es fundamental hacer ejercicio.





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