EL EVANGELIO DE HOY 6 DE OCTUBRE DE 2014

Evangelio
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Evangelio según San Lucas 15,1-10.


En aquel tiempo, todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: "Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría,
y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido". Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse".
Y les dijo también: "Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido". Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte".
Reflexión: Jesús desea dejar bien en claro que cada uno de sus seguidores es muy valioso para Dios. Todos los creyentes valemos el riesgo que asumió el pastor: ¡Jesús entregó su propia vida para salvarnos! En realidad cada creyente, en algún momento de su vida, se ha perdido. Todos nosotros nos perdemos como ovejas, pero cada vez que nos arrepentimos y le pedimos perdón al Señor, experimentamos su bondad y su compasión.
El Señor jamás se cansa de perdonarnos, nunca deja de salir a buscarnos y traernos de regreso al redil; solo nos pide que seamos humildes y que nos esforcemos por seguirlo. Jamás nos condenará por apartarnos de Él, ni por desviarnos, siempre que en el corazón tengamos el sincero deseo de amarlo. Somos débiles, pero Jesús es fuerte.