Para el artista y escritor Carlos Vallejo, el mar es parte esencial de su vida, hace más de 28 años que dejó las frías tierras del altiplano bogotano, donde trabajaba en el campo del diseño industrial y la publicidad para establecerse cerca del mar y seguir ese impulso imparable que tienen los artistas de crear. En su taller frente a la playa de Plenomar en el sector de Pozos Colorados, trabajó inicialmente en la pintura representando plantas y animales, paisajes, retratos y bodegones, pero luego encontró en la escultura el medio ideal para plasmar sus ideas que siempre hablan de la naturaleza, el mar y también la selva, esa que conoció de primera mano en unos de sus viajes al Chocó donde tiene su primer acercamiento a la madera y la inmensidad de sus posibilidades escultóricas, "en el Chocó tuve mi inicio con la selva, con los grandes árboles y con la escultura en madera; allí asumí también el importante compromiso de proteger activamente la existencia natural".
Grandes troncos de madera que el mar dejaba en las playas cercanas a su casa se convierten en la materia prima para tallar y dar forma a sus trabajos escultóricos, "aprendí a entablar un diálogo directo con las piezas de madera, con los troncos de fantásticos Trupillos derribados por la erosión del mar, en playas adyacentes a mi casa en Plenomar.
Las inquietudes de esos palos y las mías eran similares, comunes y entre esos palos y yo hicimos un gran equipo y una amistad muy entrañable que nos profesamos desde hace muchos años, mientras forjábamos juntos, piezas cargadas de sentimientos naturantes".
Su observación permanente de la naturaleza, lo acerca a la fauna marina, la cual estudia y escudriña en detalle siempre manteniendo esa entusiasta convicción de protegerla por medio de acciones que le den a conocer al público general la riqueza y el valor de lo que vive en nuestros mares. Desde el año 2012, inicia la construcción en metal y materiales encontrados (como hojas, ramas y cortezas presentes en el entorno) de grandes figuras en forma de peces, que aluden a las especies propias del mar Caribe.
En "Aquarium", que es el título que damos a la intervención de Carlos Vallejo en la casa de la Alianza Francesa de Santa Marta, el artista pone a nadar en el aire meros, barracudas, sábalos, marlins, pargos y tiburones sobre la estructura arquitectónica de la Alianza Francesa trayendo a nuestra memoria escenas llenas de realismo mágico que parecen sacadas de un cuento garciamar-quiano.
