En aquel tiempo, dijo Jesus a la gente: ¿A quién se parece esta generación? Se parece a los niños sentados en la plaza, que gritan a otros: Hemos tocado la flauta, y no han bailado; hemos cantado lamentaciones, y no han llorado. Porque vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: Ahí tienen a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores.
Porque vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: Ahí tienen a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores. Pero los hechos dan razón a la sabiduría de Dios.
Reflexión: Como le dice el profeta Isaías en la primera lectura, es Dios mismo quien nos instruye, por eso, esforcémonos por cambiar el rumbo de la historia, de manera que el Señor ya no nos tome como otra generación obstinada, sino como una que se caracterizó por su fidelidad y coherencia.