En aquel tiempo, los discípulos le dijeron a Jesús: “Por fin hablas claro y sin parábolas.
Ahora conocemos que tú lo sabes todo y no hace falta hacerte preguntas. Por eso creemos que tú has salido de Dios”.
Jesús les respondió: “¿Ahora creen?
Se acerca la hora, y ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no, no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo”.
Reflexión: La invitación es a encender de nuevo el fuego de nuestro amor por el Espirita de Dios, que todo lo hace nuevo y que engendra vida donde reina la muerte, de manera que resistamos las pruebas y demos testimonio de la fidelidad y del amor de Dios.