La orientación vocacional, una guía del bachiller

Diana Márquez Antonova.

Aula Universitaria
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Sin lugar a dudas una de las decisiones más difíciles que debe afrontar un bachiller académico es qué rumbo tomará su trayectoria estudiantil. Al finalizar Secundaria o Bachillerato se encuentran en un momento decisivo ya que estudiar una carrera o un módulo concreto, seguramente, definirá en gran medida su vida laboral en los años posteriores.

 

Diana Márquez Antonova, psicóloga que dirige el programa de Orientación Vocacional para los grados 10 y 11 en el colegio Gimnasio Campestre El Rodadero, dijo que a través de sus clases busca despertar en los educandos una visión global y sobretodo animarlos a romper paradigmas y vencer algunos miedos.

“Hoy en día nuestra juventud desea estudiar una carrera universitaria ya sea por tradición familiar o porque con tal o cual profesión recibirá mejores ingresos. Nuestra misión es guiarlos de la mejor manera para que su decisión genere satisfacción personal”, indicó.

Reconoció que no debe perderse de vista la vocación del estudiante, y que pese a tener un mercado laboral competido, tampoco conviene obsesionarse con los estudios con más salida.

La directora del programa de Orientación Vocacional dijo que todos los lunes da clases a sus estudiantes a quienes les inculca temas como proyecto de vida y atreverse a triunfar saliendo de la zona de confort. “Dos veces al mes salimos con los jóvenes y hacemos visitas a los diferentes campus universitarios de Santa Marta para que ellos conozcan y vivan los ambientes académicos”, dijo Márquez.

A la juventud samaria le recomienda seguir una guía de orientación breve que pasa por tener en cuenta desde los intereses que tiene el estudiante hasta el estilo de vida que se imagina para cuando sea mayor, o lo que es lo mismo, hacer un ejercicio de proyección de unos diez años y pensar qué se ve haciendo en el futuro.

La mejor herramienta es la información  de toda la oferta académica existente no solo en Santa Marta sino en ciudades cercanas como Barranquilla, Bogotá o Medellín. En el primer razonamiento no puede quedarse en la asignatura que más les gusta o mejor se les da, para orientarse bien deben ir más allá.